El Gobierno de la Ciudad no tiene intención de aplicar el acuerdo Plenario de 2016 por el que se le instó a implantar una tasa para cobrar a los bancos por el uso de la vía pública que realizan con sus cajeros. Así lo ha dejado ver la consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, durante su respuesta a una pregunta por ese asunto planteada por el diputado de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa.

La razón esgrimida por Chandiramani es que los técnicos de Servicios Tributarios concluyeron que costaba más la puesta en marcha de la tasa que lo que se iba a recaudar con ella. En concreto, Chandiramani ha repasado las cifras, 3 euros por metro cuadrado al mes. En Ceuta hay 12 cajeros, de los que sólo la mitad están en la vía pública. Eso dejaría la recaudación en 180 euros anuales, mucho menor que el coste administrativo que conllevaría poner en marcha la tasa y ejecutarla.

Mustafa ha defendido la propuesta que planteó su entonces grupo, Caballas, al hilo de lo que sucede en otras ciudades como Madrid, Mallorca, Barcelona o Sevilla, gobernadas por todo tipo de partidos, con intención de no entrar en un debate ideológico.

Ante la respuesta de Chandiramani, Mustafa le ha reclamado un informe que refrendara esos cálculos. “Si cuesta más el collar que el perro eso deberá soportarse sobre un informe jurídico técnico que debería trasladarnos a los grupos de la oposición. Nunca se ha hecho. Cuanto menos no hay voluntad por parte de este Ejecutivo”, ha replicado Mustafa. Chandiramani se ha comprometido a buscar el informe y trasladárselo si es que existe. 

Mustafa ha puesto sobre la mesa las ganancias de una entidad bancaria el pasado año trasladadas recientemente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, 5.200 millones, un 43 por ciento más que en 2020. Y ha mostrado su apoyo a la plataforma 'Soy mayor, pero no idiota' que ha recogido en pocos días medio millón de firmas para reclamar a las entidades financieras que contraten personal para mejorar la atención presencial en las oficinas y frenar la tendencia a la autogestión de los clientes.

“Aplicar la tasa es hacer justicia social y tirarles de las orejas a las entidades bancarias. Las largas colas que pueden verse en Hadú, la Gran Vía o la plaza de los Reyes es hasta cierto punto humillante. Ocupan la vía pública y no pagan por ello”, ha insistido Mustafa.

Y ha puesto un ejemplo ilustrativo:

“imaginemos a tres vecinos que piden usar la vía pública para un puesto ambulante de temporada. Imaginemos que se coloca uno en Hadú, otro en el Revellín y otro en plaza de los Reyes. Pagan su tasa. Estos tres pequeños autónomos que tienen su única actividad temporal, se plantean entre los tres: vamos a dejar de pagar la tasa, si total el Ayuntamiento recauda muy poco por nuestra actividad. Y la respuesta de la administración será que es usted como el resto de los ciudadanos y paga la tasa que le corresponde. Con la tasa de los cajeros, ídem de lo mismo”.