El Gobierno vuelve a tumbar una propuesta de Caballas en pro de reducir la fiscalidad a los parados


El Gobierno vuelve a tumbar una propuesta de Caballas en pro de reducir la fiscalidad a los parados

- Caballas pedía incluir a los desempleados de larga duración en las bonificaciones en tasas municipales para rentas bajas y llevar estas del 90 al 95 por ciento

- Márquez pone sobre la mesa que el servicio de abastecimiento de agua recauda sólo el 50 por ciento de su coste y en el caso de la basura no se llega al 30 por ciento

No pasa una sesión plenaria ordinaria sin que Caballas ponga sobre la mesa alguna iniciativa para aliviar la presión fiscal sobre quienes menos tienen. Y no hay sesión plenaria en la que el Gobierno haya votado a favor alguna de estas propuestas.

En la de este lunes, la ordinaria de enero, le ha tocado el turno a los parados. Caballas ha propuesto incrementar la bonificación existente del 90 por ciento sobre algunas tasas hasta el 95 por ciento e incluir en el catálogo de beneficiarios de esa bonificación a los parados de larga duración, esto es, quienes lleven más de doce meses sin empleo e inscritos en el INEM. El PP ha votado en contra, el PSOE le ha dado su voto a Caballas y ha apostado por la medida.

De esa bonificación del 90 por ciento se benefician hasta ahora quienes demuestran una renta baja, un poder adquisitivo pobre. Juan Luis Aróstegui ha sido el encargado de defender que esa bonificación se lleve hasta el 95 por ciento y se incluya a los parados de larga duración en la medida. El consejero de Hacienda, Francisco Márquez, ha sido, una vez más, el portavoz del no del Gobierno en materia fiscal.

Una vez más, también, Aróstegui ha introducido en su discurso apelaciones al “afecto” y al “calor” hacia quienes peor lo están pasando. Una valor permanente en sus discursos sobre estas materias. Más allá del beneficio material de la medida, Aróstegui ha pedido un gesto de la administración para dejarle claro a este colectivo que la administración está con este grupo, pensando en ellos.

Aróstegui ha dejado claro que su propuesta era “modesta” y “posible”. Poco le han importado sus argumentos al Gobierno. Márquez ha anunciado desde el primer momento el voto en contra de su grupo, el PP, 18 de 25 diputados, mayoría absolutísima.

Márquez ha vuelto a usar la palabra “demagogia” para hablar de la propuesta de Caballas y ha introducido con carácter peyorativo el termino “buenismo”, también referido a la propuesta. Aróstegui le ha aceptado el palabro: “Buenismo, claro que sí, pero no lo usemos de un modo peyorativo; ser bueno y practicar el buenismo está bien y ser malo y practicar el malismo está mal”, le ha replicado Aróstegui. “Estas propuestas no quieren atender a la realidad de los hechos”, ha manifestado Márquez.

En los argumentos del voto en contra, Márquez ha defendido que ese “seamos buenos y démosle calor a los más desfavorecidos se ha hecho ya”. El consejero ha repasado el amplio número de impuestos y tasas sobre los que ya se aplica bonificación a los que menores rentas perciben. “Más que en otras administraciones de nuestro entorno”, ha puntualizado Márquez. Entre las tasas citadas: basura y alcantarillado, expedición de documentos oficiales, agua o servicios de cementerio.

Y otro argumento recurrente de Márquez en estos debates: “Lo que piden prácticamente no repercutiría” sobre las familias que se pudieran beneficiar. El 5 por ciento de incremento traducido a euros parece resultarle poco al consejero. Márquez también ha desechado el asunto de incluir a los parados de larga duración apostando como una vía más óptima para mejorar las economías modestas por el nivel de renta, “seguramente ya estén la mayoría de ellos en condición de beneficiarse de las bonificaciones” en las tasas, ha defendido Márquez, en la que ha sido su única alusión a esa parte de la propuesta.

Y como también es habitual, al argumento de la insignificancia de la repercusión en las economías familiares, usado por Márquez, ha vuelto a contestar Aróstegui con un ‘tirón hacia al suelo’ al consejero: “Habla con gran frivolidad. 10, 5 o 3 euros para muchos de los que estamos aquí apenas tienen valor, pero para otros suponen un auténtico quebradero de cabeza”, ha recordado Aróstegui.

Márquez ha apoyado su no, también en la necesidad de apostar por la suficiencia financiera de la Ciudad Autónoma, en un tiempo en el que los ingresos escasean y en el que la crisis pasa factura. Tanta que hasta la previsión del Banco de España de que en lugar de crecimiento habrá recesión tendrá repercusión sobre el dinero que la administración local percibirá del Estado, mermando más aún su situación financiera.

“Decir que no puede subir del 90 al 95 por ciento la bonificación porque el Banco de España haga una predicción no parece serio”, ha contestado Aróstegui.

Servicios deficitarios

Si ha habido alguna novedad, si se puede considerar así, en el discurso de Márquez, ha sido los datos sobre lo deficitario de algunos servicios. Así el consejero ha dejado claro que el servicio de suministro de agua recauda mediante su cobro a los ciudadanos sólo el 50 por ciento de lo que cuesta, y en el caso de la basura las tasas no llegan a pagar ni el 30 por ciento del coste del servicio que realiza Urbaser.

Aróstegui ha acusado a Márquez de contradecirse. Si apenas se va a notar en el bolsillo de los ciudadanos ¿cómo es posible que la medida ponga en riesgo la suficiencia financiera de la institución?, se ha preguntado Aróstegui.

El diputado de Caballas también ha señalado la contradicción de defender que es un error realizar política social a favor de los más desfavorecidos mediante las tasas, a la vez que defendía que su Gobierno ya lo había hecho.

Una vez más, también, Aróstegui ha puesto sobre la mesa, esta vez sin concretar, gastos del Ayuntamiento que suprimiría por innecesarios o superfluos para poder aplicar esta medida si realmente tuviera un coste elevado para las arcas municipales. “Se me ocurren miles de gastos a suprimir, ya lo sabe”, le ha espetado a Márquez.

El calor, el gesto político hacia los más desfavorecidos que pedía Aróstegui, Márquez ha defendido que ya existe. “No es esa la prueba (en referencia al incremento del 90 al 95 por ciento en la bonificación). La prueba de que sí somos atentos y cariñosos con los más desfavorecidos es la bonificación del 90 por ciento. La puso en marcha este Gobierno. La mayor bonificación de la historia fiscal de Ceuta. Lo otro son gestos, usted lo ha dicho. No necesitan estos gestos. Necesitan cosas tangibles como la mayor bonificación de la historia de Ceuta”, ha cerrado Márquez.

Aróstegui en su turno para cerrar el debate ha reprochado al consejero que no hiciera ni una mención, a pesar de que hizo una, antes citada, a la segunda parte de la propuesta la que pedía incluir a los parados de más de un año en el colectivo que puede beneficiarse de esa bonificación. “Es verdad que hay silencios más elocuentes que las palabras”, ha manifestado Aróstegui, que afeó a Márquez que se hubiera extendido en defender su negativa a incrementar la bonificación y a penas hubiera dicho nada de la inclusión entre sus beneficiarios de los parados de larga duración. “No ha dicho ni una palabra. No existen. No están en su cabeza. En una ciudad en la que hay 12.000 parados es un mal asunto que uno de sus principales responsables políticos no les preocupe”, ha concluido Aróstegui.

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