Hay un contraste de realidades que arrojan las cifras. Está ahí, algo oculto, como si fuera el mundo de Matrix, de fondo negro con ristras de signos verdes fosforescentes inundándolo todo. En apariencia, lo que usted ve, en el lenguaje de fondo negro y primer plano verde, el mundo real. Es difícil de percibir y requiere píldoras mágicas. En octubre de 2021, este mismo diario tituló al conocer los Presupuestos Generales del Estado: 31,8 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado a Ceuta en 2022, un 30,8 por ciento más, que no se traduce en nuevos proyectos. Después, muy poco después, la Ciudad Autónoma de Ceuta aprobó los presupuestos para 2022 con la mayor cuantía de la historia, casi 400 millones de euros que, en gran parte, batían todos los récords por las aportaciones millonarias del Estado a diversas áreas (como la de Menores) y por una lluvia de Fondos Europeos y del Plan de Recuperación y Resiliencia. En 2023 pasa algo parecido. En apariencia los Presupuestos Generales del Estado en su inversión regionalizada no consagran una revolución para la ciudad, al menos no la que está prometida que se consagrará en el Plan Estratégico. Pero es probable que los Presupuestos Generales de la Ciudad mantengan cifras de récord y que la ciudad vea en los próximos años una lluvia de millones de euros públicos. Eso sin contar lo menos llamativo, que también está ahí, las múltiples ayudas de todo pelaje y condición para intentar que a pesar de la pandemia, de la frontera y de la Guerra en Ucrania, más o menos se pueda seguir llevando la misma vida que antes de que saliéramos a acontecimiento histórico mensual.
De aquellos 30,8 millones se pasa a 28,91. Melilla vuelve a salir mucho mejor parada, igual que sucedió en 2022 y se lleva 45,25 millones de euros en inversión. Las comparaciones son odiosas en materia de cifras. Sólo en la zona Franca de Cádiz se va a invertir más que en la ciudad.
En ese apartado tan poco vistoso están los cheques de 200 euros al mes para personas físicas en situación de desempleo o con bajos ingresos (menos de 14.000 euros anuales) como respuesta a la crisis provocada por Putin. En Ceuta se han recibido hasta la fecha 1.329 peticiones. Son 2,6 millones mensuales.
El Ingreso Mínimo Vital llega en la ciudad a 2.168 hogares y ayuda a 7.709 personas. Por la guerra en Ucrania se incrementó un 15 por ciento las cuantías. El Bono Social Eléctrico beneficia en Ceuta ya a 1.697 hogares.
La nueva reforma laboral ha propiciado que desde 2019 a septiembre de este año se hayan convertido de temporales a indefinidos 3.420 contratos. En los Presupuestos Generales del Estado para 2023 se acaba también con el recorte que propició Rajoy sobre las prestaciones de los desempleados. El Gobierno por lucir luce hasta los 1.898 autónomos que en la ciudad pudieron recibir una ayuda para surfear la covid, una media en el país de 723,59 euros al mes. O los 3.567 trabajadores en ERTE en la ciudad en aquella época.
Ese Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha dejado ya en la Ciudad 48 millones de euros. 37 para gestión de la Ciudad y 11 para la gestión del propio Estado. Se mantendrá la apuesta por las becas, con 1.619 alumnos y alumnas beneficiados el curso pasado.
Desde el 2017 a este pasado mes de julio las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se incrementaron en la ciudad en 106 efectivos, un 9,8 por ciento. Y viene en camino el Bono Cultural Joven, por poner otro ejemplo.
Ayudas de carácter estatal que también llegan a Ceuta y que son en suma más cuantiosas que la inversión pura y dura contemplada en los Presupuestos Generales del Estado para 2023 con respecto a la Ciudad.Y es que no hay ningún proyecto nuevo bajo el sol, más allá del cable submarino que conectará la red eléctrica de la ciudad con la peninsular y que prevé una inversión hasta 2026 de más de 220 millones de euros, y que, por cierto, tampoco aparecía en los Presupuestos Generales del pasado año.
Se mantienen como grandes apuestas del Estado la construcción del centro integrado de educación en el Brull y la renovación de la Estación Marítima.
En el caso del Brull se han transformado las cuantías plurianuales y el proyecto ya se retrasa un año. Así en esa inversión anual se mantienen los 4,150 millones de euros que estaban previstos para este 2022, el proyecto contaba con más de 3 millones para gastar en 2021. Pero se incrementan las cuantías en los años sucesivos. 5 millones para 2023, 6 millones en 2024, otros 6 en 2025 y 1,740 en 2026. Eso poniendo que finalmente arranquen las obras. El proyecto ha bajado de 19,6 millones a casi 19,5.
En el caso de la nueva estación marítima se mantiene la apuesta que este 2022 engordaba esa inversión en Ceuta acaparando uno de cada 3 euros de aquellos 31,8 millones de euros. Para 2023 hay previsto gastar otros 10,791 millones en esa obra que contempla sólo ya 2 millones para 2024 y 15.000 euros para 2025.
El Puerto sigue acaparando gran parte de la inversión del Estado en la Ciudad. Así se consignan otros 1,6 millones para inversiones genéricas y menores, 433.000 euros para el muelle de poniente/levante; 321.000 euros para la interacción puerto-ciudad y 365.000 euros más para actuaciones en materia de sostenibilidad ambiental.
Si a todos sorprendió el año pasado que los Presupuestos recuperaran para Ceuta proyectos olvidados como la construcción de una Nueva Comandancia de la Guardia Civil o el eje de conexión entre el Puerto y la Frontera, este año directamente se caen de la inversión: El eje entre el puerto y la frontera desaparece, pero la nueva Comandancia se mantiene. Eso sí, donde en los presupuestos para este 2022 figuraba en el plan por años que en 2023 el proyecto despegaría con 1,3 millones de euros, 5,7 en 2024 y 7,5 en 2025 ahora, en el texto para 2023, sólo se recogen 49.000 euros para 2023 y fin.
Hay casi 3,5 millones para infraestructuras en la frontera. Se sigue consignando un millón de euros para 2023 para la segunda fase de la Nacional a la frontera. Pero eso es todo no se espera más recorrido en años venideros. Hay 500.000 euros para arrancar en 2023 la rehabilitación de la Rampa de Abastos y 650.000 euros para seguir actuando en la Puerta Califal. También aparece la inversión ya anunciada la pasada semana en el entorno del Parador, otros 650.000.
A estas cifras hay que sumarles otras habituales como la compensación por tributos del estado (43 millones), 3,31 millones del Fondo de Compensación Interterritorial. 2 millones para proyectos turísticos del Fondo de Recuperación y Resiliencia, otro millón y medio compartido con Melilla para la extensión del primer ciclo de Educación Infantil y pequeñas partidas como los 150.000 euros para el transporte de deportistas.
Además Costas seguirá contando con fondos importantes para la regeneración costera, la recuperación de sistemas litorales o el acceso público a la costa, más de medio millón de euros repartidos eso sí, en 4 programas.
Hay contemplada también una transferencia a la Consejería de Fomento de los Fondos de Compensación Interterritorial que parece encaja con lo que sería la compensación por el coste de producción de agua, si bien es sólo de 827.000 euros.
Además las bonificaciones al transporte marítimo y aéreo para residentes aunque aparecen consignadas de manera conjunta para Ceuta y Melilla. Las aéreas se van a los 24 millones de euros, aunque se estima que en 2022 consuma 31,4 millones de euros. En lo tocante al transporte marítimo el presupuesto de bonificaciones para las dos ciudades autónomas pasa de los 32 millones de euros y se prevé agotarlo en 2022 y mantener la cifra en 2023. Y años después de que se aprobara, en 2017, se sigue trabajando en el desarrollo reglamentario para poder incorporar la bonificación al transporte marítimo de Mercancías. Sólo se han consignado 250.000 euros a esas bonificaciones, una cantidad que parece más destinada a afinar ese reglamento con estudios e informes que a pagar realmente bonificaciones por el transporte. Aunque en el texto presupuestario se recuerda que lo aprobado tiene carácter retroactivo desde 2016.
