Ante la contundencia de las cifras del desempleo arrojadas el jueves por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), al Gobierno Local no le ha quedado más remedio que asumir lo que venían avisando los agentes económicos y sociales, la economía local destruye empleo.

Así el portavoz del Gobierno de Vivas y máximo responsable del área económica, Guillermo Martínez, ha hecho una lectura de las cifras un tanto distinta de la que venía haciendo el Ejecutivo en los últimos tiempos.

Por primera vez ha reconocido que la economía local está destruyendo empleo. No al ritmo de 1.000 empleos al año, que es lo que más o menos ha venido creciendo el paro en el último lustro, si no algo menos, eso sí. Y es que ese crecimiento hay que enjuagarlo con el de la población. El retorno de los que trabajaban en la península o en el extranjero y al quedarse sin empleo han optado por volver a casa.

Martínez incluso ha ponderado la bajada experimentada por la lista de parados en el mes de diciembre, al atribuirla directamente a la puesta en marcha del Plan de Empleo de la Ciudad y de la Delegación. “Al igual que hacemos cuando sube de golpe por el final de estos planes”, se ha justificado.

Y esa destrucción no tiene otra explicación más que la “crisis”.

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