Más de la mitad de los trabajadores del sector pesquero que, como puede, sobrevive en la ciudad autónoma, descuenta los días pendiente de un papel. El calado de las almadrabetas de la bahía sur, en las que trabaja (con bonito, melva y listado, entre otras especies) más de la mitad de los aproximadamente 80 trabajadores que siguen ligados laboralmente a la pesca en Ceuta, está parado a expensas de un informe del Ministerio de Agricultura que certifique su compatibilidad con la Estrategia marina de Alborán y el Estrecho.
Manuel Gavilán, portavoz de ‘Fray Martín’, una de las empresas que lleva años pescando de esa forma en aguas de la bahía sur, asegura que tramitó la solicitud para volver a colocarla esta temporada el día 10 de febrero. El año pasado el visto bueno de la Administración llegó el 27 de abril y el 1 de mayo comenzaron los trabajos. Con la misma previsión, en la Casa del Mar ya están los ‘hombres rana’ y el resto del personal traído desde la Península para efectuar el calado. Las embarcaciones con el material están cargadas y, mientras, patronos y trabajadores, desesperados.
“Mientras no podamos pescar no podremos tener ingresos pero los costes, las nóminas, las cotizaciones, los suministradores, son los mismos”, protesta Gavilán rodeado por otros trabajadores que lamentan haber pedido los últimos días de climatología “ideal” para avanzar en el mar sabiendo que la pesca y, con ella, los euros, no llegarán hasta al menos “un mes después” de que empiece la instalación.
El director del Área de Fomento de la Delegación del Gobierno, Bharat Bagwandas, ha explicado a Ceutaldia.com que la autorización administrativa para proceder al calado (de las dos almadrabetas) está pendiente de la recepción del informe “previo y preceptivo” que debe emitir la División de Protección del Mar, entre cuyas funciones está precisamente “la elaboración de informes previos en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental referentes al medio costero y marino”, del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
Dicho dictamen debe evaluar si es compatible la colocación de las almadrabetas con la estrategia de conservación ambiental de la zona de Alborán y el Estrecho de Gibraltar, “tal y como establece la Ley de Protección del Medio Marino”.
En el muelle, donde se plantean "movilizaciones", asumen pero no comprenden las “trabas” sobre “un elemento que está en el mismo sitio todos los años”. “Más de veinte empleos directos dependen solo de nuestra almadrabeta”, destaca el portavoz de ‘Fray Martín’, “pero en las dependencias de la Administración no encontramos soluciones para poder trabajar y llevar un sueldo a casa durante los meses que dura la temporada, de mayo a diciembre, y desde Ceuta, donde nos sentimos olvidados, se nos remite a Madrid, donde nadie nos hace caso ni se nos da un plazo concreto y fiable para hacer las previsiones que correspondan y no solo no ganar dinero sino al menos no perderlo”.
