Los senadores y el diputado por Ceuta, los Guillermo Martínez, Fatima Mohamed y Juan Bravo, se muestran partidarios de analizar con detenimiento la posibilidad de la integración de Ceuta y Melilla, aunque muchos peros.  El principal motivos de la reticencia de los populares, es la duda sobre si Ceuta podría salvaguardar sus ventajas fiscales y sus bonificaciones, sopesar los potenciales beneficios y las posibles pérdidas, siempre, subrayan, primando la prudencia.

Un debate en el que sale a relucir el carácter conservador del partido, porque, opina Juan Bravo, “ahora no nos va tan mal”. ““Tenemos que ser conscientes de lo que tenemos, lo que podemos ganar y perder como consecuencia de esa incorporación”, avisan los populares.

Un equilibrio de pros y contras de la entrada en la Unión Aduanera que, avisan, pone en serio riesgo la bonificación del 50 por ciento en el IRPF, las bonificaciones en el Impuesto de Sociedades o la Seguridad Social o el IPSI. Y además, señalan, es necesario tener el quórum no solo de Ceuta y Melilla, sino también de Madrid y Bruselas.

No es ni siquiera la primera vez que se pone sobre la mesa, recordaba el senador Guillermo Martínez. En 20011 una comisión mixta ya evaluó la posibilidad y se llegó a la misma conclusión, Integración Aduanera sí, pero respetando las singularidades de las dos ciudades autónomas. Sin este colchón “sería una aventura”, advierte, apuntando que, por ejemplo, el 15 por ciento de la mercancías que importa Ceuta estaría sujeta a nuevos aranceles, al igual que el comercio transfronterizo