Procesa prevé pagar "en dos semanas", a finales de mes, las ayudas convocadas con 2 millones de presupuesto para paliar la pérdida de ingresos que sufrieron los ceutíes que permanecieron más de 30 días en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) entre el 14 de marzo y el 30 de noviembre, convocatoria que ha recibido 1.504 solicitudes. Idéntico calendario se baraja para las dedicadas (con 250.000 euros a repartir) a los taxistas que cobran a porcentaje en función de su facturación, con 194 peticionarios.

Se demorará algo más la finalización de la tramitación de las ayudas del 'Ceuta Resiste Más', dotado con 3,95 millones y dirigido a autónomos y empresas del comercio, la hostelería, la hospedería, las reparaciones (con todas sus agrupaciones y epígrafes), taxistas, navieras, agencias de viaje, ciertas actividades de enseñanza, instalaciones deportivas y escuelas y servicios de perfeccionamiento del deporte. Su abono se prevé para la primera quincena de abril. Se han recibido 1.150 expedientes.

En los dos primeros casos, cada beneficiario reconocido como tal tendrá derecho a recibir al menos 6 euros por día a partir del trigésimo primero en ERTE, pero la cuantía definitiva "se ajustará en función del número de solicitudes y el crédito disponible". Es decir, si una vez atendidas todas en los términos mínimos previstos quedara parte del crédito presupuestario disponible, dicho remanente se distribuiría proporcionalmente entre todos hasta agotar el dinero.

En el caso del 'Ceuta Resiste Más' se prevé conceder un mínimo de 2.000 euros, equivalente a dos mensualidades del 70% del Salario Mínimo Interprofesional vigente más idéntico porcentaje del coste de las cuotas a la Seguridad Social. En caso de actividad a tiempo parcial, la ayuda a percibir será “proporcional”.

Los beneficiarios con trabajadores a su cargo percibirán una cuantía inicial máxima de ayuda igual a la anterior incrementada de forma proporcional a la plantilla media (hasta 9 efectivos) en situación de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) o no.

Las subvenciones deberán destinarse a financiar los gastos corrientes (alquileres, seguros sociales, sueldos y salarios, suministros, proveedores, etcétera) de las empresas al objeto de “paliar el efecto negativo que, sobre la liquidez y la solvencia a corto plazo de las mismas, ha tenido la caída de la actividad como consecuencia de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19”.