FRONTERA

“Yo hasta que no vea la aduana comercial no me lo creo”

“Yo hasta que no vea la aduana comercial no me lo creo”
Cafetín Puerta Europa en la playa del Tarajal-1
Cafetín Puerta Europa en la playa del Tarajal.

Los ceutíes de pie reaccionan con una desconfianza histórica ante todo lo que venga de Marruecos ante el anuncio de reapertura de la frontera del Tarajal 


Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. (Juan 20:24–29)

 

Los ceutíes llevan desde el viernes digiriendo la noticia con una ceja arqueada: La frontera que era un quebradero de cabeza diario para Ceuta puede ser ahora la puerta a un futuro prometedor. El anuncio del presidente Sánchez de que no solo pronto se reabrirá la frontera, sino que además tendrá una aduana comercial ha descolocado a propios y extraños. 

“Una aduana comercial supone que queda manifestada de forma expresa la integridad territorial de Ceuta y Melilla”, explicaba el portavoz del Ejecutivo de Vivas, Alberto Gaitán. Eso en el terreno político, en el plano económico se abrirían expectativas imprevistas para la empresa privada y un inesperado manantial de recaudación para el sector público. 

Todo el abanico político ceutí ha aplaudido con más o menos prudencia —con la esperada excepción de Vox, para quienes todo esto supone una “humillación”. Pero el entusiasmo contenido se desinfla a medida que se desciende desde las alturas de la administración hasta el ceutí de a pie, que como Tomás, el discípulo desconfiado de Cristo, esperan a ver para creer. La desconfianza hacia todo lo que venga de Marruecos está marcada a fuego en el ADN caballa. No ayuda en demasía tener a la espalda siete siglos de sitios, intentos de conquista y hasta un asedio de tres décadas y con unas últimas décadas en la vanguardia de la presión migratoria y con el susto aún en el cuerpo tras la entrada de miles de marroquíes desbordando el espigón del Tarajal con la connivencia de Marruecos.

“La frontera abierta beneficia a Ceuta, eso sin duda, cualquiera que diga lo contrario no sabe de qué habla”, zanja Francisco Galán, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado Central. Ellos fueron los primeros en sufrir las consecuencias del bloqueo de la frontera cuando Marruecos vetó la entrada de fruta y pescado desde el país vecino. Pese a las muchas dificultades, a las que se añadió la pandemia, han sobrevivido y la reapertura de la frontera puede ser la bocanada de aire que necesitaban para volver a su ser y mirar hacia delante con un poco más de optimismo. Ahora bien, son too suposiciones: “De lo de la aduana comercial no sé qué decirte, no sabemos cómo va a ir ni nada”, confiesa.

Rafael tiene su puesto lleno de relucientes gambas. Pese a todo lo sufrido este año le va bien, ha sobrevivido con holgura y ha recibido con alegría el anuncio de reapertura de la frontera, aunque casi da por hecho que el pescado de Marruecos no regresará. Él tampoco se fía. “No te puedes fiar ni de ese (señala hacia Marruecos) ni de este (señala hacia la Península), donde hoy te digo digo, mañana es Diego. Yo hasta que no lo vea no te puedo decir nada”. Poco más allá, en otro de los puestos de pescado, Mohamed, que ha temido que dejar en remojo su jubilación para no verse con una pensión mísera tampoco fía ni un pelo: “La verdad es que no me fío ni de Marruecos ni de nosotros mismos, solo si nos muerden enseñamos un poco la cara”.

Una puerta abierta a nuevas oportunidades que sin duda ve Manolo Sánchez, vicepresidente de la Asociación de Transportistas. “Nadie se lo esperaba, la verdad. Esperábamos que se abriera la frontera o que regresara la Operación Paso del Estrecho, pero la aduana comercial no se lo esperaba nadie. Es una oportunidad, siempre, claro, que no haya letra pequeña, que con Marruecos…”. Sánchez cruza los dedos, si esto sale bien, señala, puede suponer trabajo para todos, transportistas, aduaneros, consignatarios y navieras. “Entre Algeciras y Tánger pasan mil camiones al día, entre los que van llenos y los que vuelven vacíos, solo con que pesquemos algo de todo eso ya sería mucho”, cruza los dedos este transportista.

Mercado de Abastos, este sábado
Mercado de Abastos, este sábado

La sensación de desconfianza se acentúa media que te acercas a la frontera.  Abdelazid trabaja en uno de los pocos negocios que quedan abiertos en el polígono comercial del Tarajal. El también hasta que no lo vea no se cree nada. “Llevo dos años escuchando bulos y ya no me creo nada. Lo del otro día sí parece que es cierto, se han reunido y demás, pero no han dado una fecha. Vete a saber, igual de aquí a un mes empeora el covid o cambian de opinión y nada. No me quiero hacer ilusiones. Hasta que no salga por la frontera con mi coche no me lo creeré. No me fio de Marruecos, los marroquíes no son de fiar”.

Meriem y Chaib son en cambio optimistas. Su pequeño cafetín, el ‘Puerta de Europa’, recién remodelado en la playa del Tarajal, a solo unos metros del paso fronterizo, tiene por fin por delante un futuro prometedor. Abren 24 tras al día, siete días a la semana, pero durante los dos últimos años casi  única clientela han sido los guardias civiles y los policías que custodian la frontera, algunos vecinos del Príncipe y quienes vales van caminando hasta el Tarajal para hacer ejercicio. Ahora todo puede ser muy distinto para ellos. El anuncio de Sánchez casi les hizo llorar de alegría. Y no solo por el empujón que supondrá para su negocio, sino porque, como muchos otros ceutíes, podrán regresar a su segunda residencia en la playa de Al Amine. “En verano, cada día me lavaba la cara en la playa con el agua del mar, hacía el primer rezo de la mañana y bajaba a bañarme. Sueño con volver a hacerlo”.

Mohamed, sentado en la terraza del Puerta de Europa, discrepa de todo. El tiene muy claro que Marruecos se la va jugar a España y no habrá aduana comercial. “Ese enseguida se enfada y cambia de opinión”, ironiza refiriéndose a Mohamed VI. “Además, esto es Ceuta, una ciudad de frontera, siempre va a haber contrabando”.

Frontera  Tarajal Panorámica
Frontera Tarajal Panorámica

“Yo hasta que no vea la aduana comercial no me lo creo”


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