EFECTO LLAMADA

Tarajal II multiplica el número de porteadoras y desborda a la Policía Local

Tarajal II multiplica el número de porteadoras y desborda a la Policía Local
La Policía Local en las naves del Tarajal2
La Policía Local en las naves del Tarajal.

Desbordados. Así se sentían agentes de la Policía Local, mandos y cargos políticos incluidos, ante la marabunta de porteadoras.


este jueves de la primera semana de vida del Tarajal II, el número de mujeres cargadas con un fardo doblaba ya con creces al de hombres. “De Castillejos, de Tetuán de Tánger, hasta de Rabat, de todos lados”, gesticula Nawad unas de las escasas porteadoras que habla español. “La gente está llamando a toda la familia, ahora se pasa más rápido”, asegura muy serio un ‘plantó’, “y si hay trabajo la gente viene de donde sea”.

El primer día pasaron 4.000 porteadores, desde el martes el tráfico supera los 7.000, una cifra que se ha mantenido el miércoles y todo indica que la tendencia se va a continuar este jueves. Eso sí, son estimaciones, nadie cuenta nada. Pero no hay más que ver los polígonos del Tarajal: el ‘efecto llamada’ es oficial. El balance oficioso de Delegación de Gobierno es que el sistema funciona, está suficientemente ordenado, no hay avalanchas y un ritmo de paso de porteadores más que aceptable, pero ha multiplicado el número de porteadores. Bien lo saben en la Policía Local, desbordados ante el creciente número de porteadores y, sobre todo, porteadoras. Y es que las furgonetas de la UIP de la Policía Nacional aguardan en los aledaños de la entrada de los Polígonos, con un subgrupo de 15 agentes listos para actuar si es necesario. Pero solo si necesario. Las labores de ordenación del tráfico, humano en este caso, quedan ahora en manos de la Policía Local que se las ve y se las desea para controlar la fila de mujeres.

El diagnóstico inicial sobre Tarajal II es que es más ágil, más ordenado, pero con un efecto imprevisto: ha generado una llamada en la provincia de Tetuán, y parece que más allá.  Una primera impresión que comparten los porteadores y porteadoras consultados. “Es más rápido, y esto es más pequeño pero pesa más, lo aprietan”, explica Mohamed, un joven vecino de Castillejos, que dice cobrar 15 euros, a su lado, un anciano porteador, de Tetuán, replica, “muy largo, ahora hay que andar mucho y al entrar mal, mucha avalancha”. Un coro de voces asiente a su alrededor. “Ayer ocho personas al hospital en Marruecos”, explica Yusseff, que ratifica la opinión de sus compañeros de fila, “se sale rápido pero la entrada no, está peor”. En el lado de las mujeres la opinión es más que similar. “Mucha ruina para entrar”, resume una anciana cargada con fardo reglamentario cuyo nombre le fue imposible descifrar a este reportero. “Ahora es más rápido y hay más trabajo pero han venido muchas”, dice Nawad, vecina de Castillejos, “de Tetuán y de Tánger sobre todo”. Ella dice cobrar 10 euros. Una sencilla encuesta que ha requerido no pocos intentos. El perfil del porteador ha cambiado, el vecino de Castillejos es ahora minoría y es difícil encontrar uno que al menos chapurree algo el castellano.

Murat, el propietario de la nave de textiles Ofitex, está sólo en mitad de su negocio y casi se sorprende al darse cuenta de que hay alguien más. Ceuta al Día es el primer ‘cliente’ y probablemente el último de la mañana. “Tengo que pedir permiso para abrir la nave por las mañanas”, dice señalando el desfile que pasa ante su puerta. Fuera, un compañero de una nave cercana está que echa humo y prefiere guardar el anonimato: “Y encima parece que nos están haciendo un favor”

La Policía Local, desbordada

Un agente de la Policía Local suspira cuando se le pregunta por su experiencia estos días en el Tarajal II. “Estamos acostumbrándonos, una cosa es dirigir el tráfico y otra cosa es esto”, dice señalando a su alrededor. El propio superintendente, Sebastián Vega, está en el meollo, supervisando sobre el terreno a sus agentes que se afanan por contener a las porteadoras, consciente, confiesa, de que “hacen lo que pueden”.

Al salir del Polígono y comentar con un agente de la UIP de la Policía Nacional la situación de la Policía Local en las naves se encoge de hombros con media sonrisa y arquea una ceja para añadir, "los entiendo muy bien". Hasta hace nada estaba en su lugar.

La entrada al recorrido que lleva al paso de Tarajal por el interior de los polígonos es en cambio medianamente ordenada, allí espera la seguridad privada, sin ningún problema de competencias insisten diversas fuentes de Delegación, al fin y al cabo es suelo municipal y son labores sencillas de ordenación del tráfico.

Tarajal II multiplica el número de porteadoras y desborda a la Policía Local


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