Si, por dejadez, descuido o pasajero arrebato coleccionista, todavía guarda pesetas que no desea conservar, le quedan ochenta días, incluido este martes, para canjearlas por euros. El 31 de diciembre de 2020 expirará definitivamente el plazo para cambiar los billetes y monedas de la antigua moneda nacional. Eso sí, tendrá que desplazarse a la Península.

El cambio ya solo se puede llevar a cabo en el Banco de España, en la sede central de Madrid o en cualquiera de sus quince sucursales. Las más cercanas están situadas en Sevilla y Málaga, ya que la local cerró sus puertas en 2011.

Como norma general, se cambiarán todos los billetes posteriores al año 1939. En su caso, los billetes emitidos entre 1936 y 1939 también pueden ser objeto de canje tras ser analizados por los expertos del Banco de España, pero se rechazarán todos los que presenten una superficie igual o inferior al 50%.

Con las monedas se canjean las que estaban en circulación el 1 de enero de 2002. Se reembolsarán las auténticas, incluidas las deterioradas, que sean reconocidas como tales por las máquinas utilizadas a esos efectos, pero se podrá denegar el cambio de las que hayan sufrido alguna alteración derivada de "un proceso industrial o mecánico".

Cuando el euro llegó a los bolsillos de los españoles había en circulación billetes y monedas en pesetas por valor de 48.750 millones de euros. Desde entonces se ha canjeado un 97% de esa cantidad, pero al final del pasado mes de julio aún quedaban por cambiar el equivalente a más de 1.602 millones de euros.