Unas cuatro mil familias, las del alumnado de Infantil de 5 años, 6º de Primaria, 4º de Secundaria y 2º de Bachillerato, se han dado este jueves un madrugón sin precedentes para que los estudiantes estuviesen, mascarilla puesta y manos impolutas, a las 8.00 horas en sus centros educativos para volver a las clases presenciales seis meses después del cierre de las aulas con la declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria de pandemia del coronavirus.

Los colegios e institutos (con más flexibilidad para una jornada de "presentaciones") han llamado este 10 de septiembre a un 20% de sus dicentes en un nuevo modelo horario de dos tramos, de 8.00 a 11.00 y de 12.00 a 15.00 horas (con excepciones como el CEIP Príncipe Felipe, que con ratios bajas y espacios libres operará de 9.00 a 13.00 horas), para poder tener no más de 15 niños por grupo a una distancia mínima de seguridad entre ellos de 1,5 metros entre pupitres, el único lugar donde, sentados, podrán desprenderse del tapabocas.

La respuesta, a expensas del balance global que pueda hacer el Ministerio de Educación a lo largo de la jornada sobre el índice de asistencia a las aulas, ha sido más que satisfactoria en centros como el CEIP Lope de Vega, donde a su directora, Angelina Atencia Acosta, le sobraban dedos de las manos para contar las faltas en los dos niveles a los que espera este jueves y este viernes.

"Las familias han confiado en la escuela", se ha congratulado a las puertas del centro, con itinerarios de acceso diferenciados, donde personal de Protección Civil y de Cruz Roja se han sumado al dispositivo habitual de la Policía Local para ayudar a organizar las colas (inexistentes) y prevenir aglomeraciones.

Ante el CEIP Andrés Manjón también se han podido ver estudiantes, madres y padres compartiendo inquietudes y novedades más allá del regreso a clase todavía amaneciendo con horario de verano.

Sin recreos, uno de los puntos de mayor riesgo a juicio de los expertos sanitarios de Ciudad e INGESA, con el cambio de turnos llegará uno de los que se suponen momentos críticos de prueba del sistema: la limpieza y desinfección de todos los espacios para recibir al alumnado de mediodía, aunque en algunos centros se ha decidido asignar una mesa por estudiante y que no la utilice ningún otro durante todo el día.

El lunes se incorporarán a las clases presenciales los estudiantes de 5º de Primaria, Infantil de 4 años, 1º de Bachillerato y 3º de ESO. El miércoles, los de 3º y 4º de Primaria, los de 3 años, FP Básica y 3º de ESO. El viernes de la semana que viene les llegará el turno a los de 1º y 2º de Primaria y 1º de Secundaria. Con este escalonamiento la Dirección Provincial quiere tener margen para comprobar qué puede fallar en los protocolos establecidos y, si es necesario, corregir errores con la seguridad sanitaria como "prioridad absoluta".

La sensación de "incertidumbre" conecta a todos los agentes de la comunidad educativa en este retorno a los centros, que durante las próximas semanas esperan recibir a unos 160 maestros y profesores extra del 'cupo COVID' todavía no aprobado por los Ministerios de Hacienda y Educación, a los trabajadores sanitarios que incorporará el Plan de Empleo de la Ciudad y a las plantillas docentes para conciliación y refuerzos de los programas de la Delegación.

“Esperamos que las normas sanitarias de los protocolos se cumplan a rajatabla y durante todo el curso, pero la Administración no debería haber programado la vuelta a las aulas cuando los docentes y el PAS todavía no se han hecho los tests de detección rápida y los centros aún no tienen los refuerzos de profesorado, limpieza y desinfección que necesitan”, opina la presidenta de la AMPA del CEIP Federico García Lorca, Yamila Mohamed, que este miércoles ha acudido a la jornada de formación ofrecida a las familias en el Hospital Universitario.

El 81% de las familias de los estudiantes de Infantil y Primaria cree que tendrá "problemas" para llevar o recoger a sus hijas e hijos del colegio con el nuevo horario. En las etapas superiores (Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional) ese porcentaje se reduce al 43,1%, según las conclusiones del estudio que sobre la percepción de las familias ante la vuelta a las aulas el próximo curso y con más de 1.100 participantes han efectuado Ana María Pino y Manuel José López, docentes e investigadores de la UGR en el Campus local.

La secretaria general de FECCOO, Lorena Díaz, ha lamentado que “el gran retraso acumulado por la Administración en la concreción de todos los aspectos relacionados con el inicio del curso ha derivado en que los espacios escolares no se perciban actualmente como totalmente seguros y en que los docentes tengan que afrontar el retorno a las aulas con incertidumbre, inseguridad y miedo”.