Bona insta a docentes presentes y futuros a ser ante todo "inspiradores de vida" para el alumnado

Bona insta a docentes presentes y futuros a ser ante todo "inspiradores de vida" para el alumnado
El maestro, con los responsables de la Facultad.

- El maestro zaragozano, finalista del ‘Global Teacher Prize’ en 2015, destaca ante los alumnos de la Facultad de Educación y los profesionales de la ciudad el "privilegio" y la "responsabilidad" de su función social

- "La actitud es lo que marca la diferencia en una profesión tan valiosa como la nuestra, aunque a veces eso signifique nadar contra el viento", destaca


"Si queremos enseñar, quienes primero tenemos que estar aprendiendo somos los maestros". "Los maestros somos unos privilegiados". "En las escuelas nos empeñamos en enseñar en lugar de invitar a aprender". "La actitud es lo que marca la diferencia en una profesión tan valiosa como la nuestra, aunque a veces eso signifique nadar contra el viento".

Así piensa y así siente César Bona, lustroso e interminable currículum (finalista del ‘Global Teacher Prize’, algo así como el Nobel de la Educación, en 2015; Premio Magister de Honor de la Plataforma de la Escuela Pública; Premio Born to Be Discovery Solidario, Premio Nacional de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales, Premio Huella de Oro, Premio Internacional Educared...) al que antepone una sola categoría: "Maestro".

La Facultad de Educación de la UGR en Ceuta y la Dirección Provincial del Ministerio han traído este viernes a la ciudad al delegado español en el Foro Internacional sobre Educación que se celebró en Dubai el año pasado a disertar ante estudiantes, futuros docentes (bajo el título 'Escuchar para educar'), y frente a los maestros y profesores de hoy ('La Nueva Educación' ha sido el título de su intervención).

A sus 44 años, Bona, zaragozano de 44 años, está en excedencia desde septiembre y ahora viaja por España "dando conferencias y aprendiendo allá donde voy" mientras colabora con ‘Aldeas Infantiles SOS’ en todos sus centros "para crear proyectos que estimulen a los niños”. El conferenciante es un faro que se alimenta de la luz de aquellos con quienes interactúa, ya sean alumnos, compañeros o periodistas.

Bona está convencido de que "maestro es alguien que inspira la vida” y de que “si alguien se preocupa realmente por la sociedad en la que vive debería preocuparse por la escuela”, principio en el que asienta la “tristeza” que le dio ver que en el último debate pre-electoral no se le dedicaron más de “treinta segundos”

Empatía, actitud y perseverancia

En el Campus prescribió empatía, sonrisas, oído, actitud y perseverancia para lidiar con éxito con la “responsabilidad” y el “privilegio” que supone convertirse en el segundo “ejemplo”, tras los padres, de los niños y jóvenes. Si Don Dionisio, recordó, en vez de impartir Lengua hubiese dado Matemáticas, como aquella otra docente de cuyo nombre no quiere acordarse, quizá hoy no sería lo que es.

“La felicidad de un niño puede depender del maestro que le toque y todos conocemos a algunos indefendibles y todos nos hemos encontrado o nos vamos a topar con piedras, con personas que vayan apagando la luz que llevamos la primera vez que nos ponemos ante los alumnos”, animó a los universitarios a vencerlos cuando tropiecen con ellos.

Según el conferenciante, para “inspirar para la vida”, deber principal de la profesión, es necesario primero “contagiarse de la actitud de los niños”, ser conscientes de que casi todos repudiamos lo que se nos impone por la fuerza. “Apuesto por la educación en el compromiso social de los alumnos y el estímulo del pensamiento crítico, necesarios para modelar personas íntegras que han de ser los adultos del futuro y son los habitantes del presente”, defiende Bona, que anima a los maestros a “sacar a los niños de las aulas” y a “escucharles para ver de qué están hechos y entenderles mejor”.

A su juicio los responsables políticos llevan décadas cayendo en el error de “ampliar los currículos cada vez más”, minando la “motivación” de los pequeños y dejándolos “sin ganas de aprender”, el ciclópeo reto principal de los “miles” de nuevos maestros que siguen saliendo de las Facultades “sin saber hablar en público, de gestión de emociones o compromiso social, cuestiones que es urgente implantar”.

Bona insta a docentes presentes y futuros a ser ante todo "inspiradores de vida" para el alumnado


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