Búscome ha instado este sábado al Ministerio de Educación a que cree en Ceuta aulas de Salud Mental, "más comúnmente conocidas como aulas terapéuticas", porque "es primordial evaluar las necesidades educativas especiales del alumnado con problemas de salud mental y trastornos de conducta graves asociados para determinar las medidas que se han de poner en funcionamiento y así mejorar la respuesta educativa y la intervención necesaria con el alumnado, profesorado y familia, con el único objetivo de potenciar la inclusión escolar y la socialización". 

"A estas aulas", ha explicado la asociación en un comunicado a los medios, "iría el alumnado escolarizado en la educación básica y que presenta problemas de adaptación en sus centros educativos de referencia por problemas de salud mental asociados a trastornos graves de conducta, que afectan, a nivel general, al desarrollo de las clases y que ocasiona, a nivel personal, un índice bajo de aprendizaje y de rendimiento escolar"

Según Búscome, "para que tengan éxito estas aulas tienen que contar con un equipo multiprofesional de diferentes ámbitos de la psicología clínica, la pedagogía terapéutica y el trabajo social".

La asociación entiende que "hay un aumento importante de conductas desafiantes que necesitan respuestas variadas y acordes a ellas". "La ratio no beneficia la atención, por lo que tenemos que reflexionar e invertir en recursos, además de concienciarnos sobre la importancia de recuperar la asignatura de educación para la ciudadanía y de darle mayor prioridad a las tutorías, con un programa de Habilidades Sociales y deceducación emocional", ha añadido.

"Quizás se necesita ampliar la plantilla de orientadores e incluir la figura de educador o educadora social, al fin de prevenir situaciones difíciles que impiden el pleno desarrollo del alumnado y que también afecta al bienestar del profesorado, un colectivo amenazado y poco valorado, con un alto índice de ansiedad y estrés", asume Búscome, que ha remarcado que "la educación es la herramienta del futuro, los conocimientos son importantes, pero más importante es el aprender a ser". "Los proyectos de convivencia tienen que convertirse en el alma de los centros educativos, pero para ello se necesita el apoyo de la Administración", ha concluido.