La Consejería de Educación, Cultura y Mujer llevará al teatro a 1.350 niños de Infantil los próximos 6, 7, 8 y 9 de mayo, para cuando ha programado dos funciones escolares por jornada de ‘Ribat’, un trabajo de calidad plástica y narrativa sencilla recomendado para niños a partir de los 2 años.

Las funciones serán a las 10.00 y 12.00 horas en el Salón de actos del Palacio de la Asamblea y el último día, el próximo viernes 9 de mayo, habrá una familiar a las 19.00 horas. En esta, los niños entrarán gratis y los adultos con entrada, que deberán comprar en la taquilla del Teatro Auditorio del Revellín o en la web de la Ciudad de Ceuta. Cuestan 3 euros y ya están a la venta, según ha informado este domingo el Gabinete de Comunicación del Ejecutivo local en una nota a los medios.

“Educar la sensibilidad teatral entre los escolares para crear nuevo público”; potenciar hábitos de buenos espectadores en espacios teatrales; y acercar el teatro a los escolares son los tres grandes objetivos que persiguen las campañas específicas de la guía educativa ‘Ceuta te enseña’, una herramienta de la Ciudad al servicio del trabajo en valores y la educación de los estudiantes de todas las edades.

La Consejería de Educación, Cultura y Mujer puso en marcha el curso 2004-2005 campañas escolares de teatro, como también de danza, para difundir las artes escénicas entre el público infantil y juvenil de los centros educativos de Ceuta. Acercando el mundo del teatro en todas sus manifestaciones a los niños, Educación facilita que puedan desarrollar “capacidades para comprender y valorar el medio de expresión por excelencia a la vez que disfrutan de un bien temporal clásico y contemporáneo, amplían su formación y enriquecen su propia capacidad expresiva”.

La obra

La compañía ‘Tyl Tyl’, creada en 1984 y heredera de los movimientos de renovación pedagógica de la época, pondrá en escena la historia de ‘Ribat’, nombre del personaje protagonista, un niño de tres años que vive junto a su padre y su madre en una casa desde la que se ve el desierto a un lado y el mar al otro, hasta que un día su padre le anuncia que se va a trabajar muy lejos.

Antes de marcharse le entrega una enorme bolsa de tela blanca repleta de dátiles y le pide que se coma uno al día, asegurándole que él regresará antes de que se acaben los dátiles.