La vuelta a las aulas partió el lunes con 42 docentes aislados por covid, el martes se cerró con 70. El denominado cupo covid contaba al arrancar el curso con 21 docentes en situación de disponibilidad para ir saltando de aula en aula y cubrir las bajas. Las cuentas no salen con las actuales cifras por más que las bajas que está provocando la nueva variante sean en la mayoría de los casos más cortas. Y desde la Federación de Enseñanza de UGT Ceuta ya avisan de que el Ministerio no está cubriendo las vacantes “se están apañando en los centros como pueden, tirando de gente que tenga guardias y haciendo encajes. No hay normalidad. Esto tendría que estar cubierto”, ha reflexionado el secretario general de Enseñanza, Francisco Lobato.

De momento, eso sí, parece que no se han dado situaciones demasiado extremas y el sindicato quiere dar algo de margen a la Dirección Provincial del Ministerio antes de exigirle con mayor contundencia que cubra todas las bajas. “Problemas sí hay”, reconoce Lobato. “Disfunciones” que “si son de un día, te apañas”, pero si se prolonga en el tiempo llegará el momento de no poder parchear más en cada centro. 

Lobato reconoce que “no están tranquilos” y que discrepan de los protocolos establecidos en relación a cuarentenas y cierres de grupos, en la práctica son casi imposibles que se den. 

“Las bajas se tienen que cubrir todas”, avisa Lobato. Pero muestra cierta comprensión por la adaptación a las nuevas normas que rigen los permisos de paternidad y maternidad que permiten interrumpirlos para disfrutar de las vacaciones naturales y que en el regreso a las aulas ha dado pie a más disfuncionalidades de las habituales. Una situación con la que en UGT prefieren ser comprensivos y esperar a que pasen unos días para ver cómo evoluciona la situación y las medidas que toma el Ministerio.