Los estudiantes universitarios: “Ni somos porretas, ni pastilleros, ni violadores, ni borrachos”


Los estudiantes universitarios: “Ni somos porretas, ni pastilleros, ni violadores, ni borrachos”

- El delegado de la facultad de Educación y Humanidades de Ceuta sale en defensa de los estudiantes

- Ellos también consideran inadecuado compartir espacio con el Instituto de Idiomas, pero piden respeto a los universitarios de los que dicen “hay que sentirse orgullosos”

- Reconocen estar “mil veces mejor” en el nuevo Campus a pesar de las deficiencias y reclaman una línea de bus adecuada

Los estudiantes universitarios del campus de Ceuta han alzado su voz este miércoles para salir al paso de las quejas lanzadas por algunos padres de alumnos del Instituto de Idiomas que sienten que les criminalizan. “No somos ni porretas, ni pastilleros, ni violadores, ni borrachos”, ha clamado el delegado de los estudiantes de la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta y miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad de Granada, Alejando Ortiz.

Ortiz considera que se ha generalizado metiendo a todos los estudiantes en el mismo saco, algo que le parece “vergonzoso”. “Somos estudiantes de un grado universitario e incluso algunos de posgrado, cuya principal preocupación es formarnos para dar lo mejor de nosotros en el mundo laboral. No es la mejor forma de referirse a nosotros”, ha explicado Ortiz en alusión a las quejas de algunos padres por que sus hijos matriculados en el Instituto de Idiomas tengan que compartir espacio con ellos.

“Somos un colectivo de estudiantes universitarios, no somos delincuentes ni nada de eso. Algunos hasta tenemos premios y reconocimientos por tener expedientes excelentes y buenas notas”, ha esgrimido Ortiz para defender al colectivo que representa al tiempo que enviaba un mensaje tranquilizador a los padres de alumnos del Instituto de Idiomas.

Los estudiantes creen que los universitarios y el hecho de que Ceuta cuente con estudios de ese nivel y un Campus al uso de los que existen en el resto del país es “algo para sentirse orgulloso” y no para temer que pase nada malo.

Y eso a pesar de que Oritz coincide en el fondo, pero no en las formas con las quejas de los padres de alumnos de menor edad en el Instituto de Idiomas.

“Los primeros que estamos interesados en que el Instituto de Idiomas no esté en el campus somos nosotros los universitarios, porque no creemos que en un campus deba haber clase para niños tan pequeños. Pero eso es una decisión política de la Ciudad que no depende de nosotros”, ha lanzado Ortiz.

Ortiz considera que se trata de una mala decisión y da la razón a que falta espacio para que estacionen vehículos que lleven y traigan a los pequeños estudiantes del Instituto. Pero más allá de deficiencias y carencias cree simplemente que “no deben compartir espacio con los estudiantes del Instituto de idiomas”. Otra cosa sería si “estuviese aquí la Escuela de Idiomas que sus alumnos tienen como mínimo 16 años. No es sólo que estén, es que además están en un sitio alto con barandillas que cualquier niño se puede caer por ahí; está más alejado y luego los niños siempre hacen más ruido y jaleo que los adultos con las molestias para las clases universitarias que pudiera acarrear, que aunque algunos no se lo crean y aunque pueda haber algún cafre suelto como en cualquier colectivo, los universitarios en general sabemos como comportarnos”, ha repasado Oritz.

“Mil veces mejor”, pero con carencias

Ortiz ha aprovechado para valorar el cambio de instalaciones. “Estamos mil veces mejor que en las antiguas”, sintetiza Ortiz, y eso a pesar de las carencias con las que ha arrancado el nuevo campus.

“No hay cafetería; los ascensores no funcionan; con Internet ha habido mil problemas; no nos parece bien que el parking sea sólo para el profesorado y el personal de administración; nos hemos venido aquí cuando aún no estaba todo terminado, pero vamos eso es lo normal en estos casos”, ha repasado Ortiz.

Y esas quejas sí las hubiera entendido en boca de los padres del Instituto de Idiomas que también sufren muchos de esos problemas, pero “de ahí a criminalizar a los estudiantes…”, lamenta Ortiz que insiste en que el hecho de que “Ceuta tenga alumnos universitarios es una cosa buena y debería ser motivo de orgullo”.

Falta Bus

También coinciden los estudiantes universitarios con los padres del Instituto de Idiomas en que hace falta mejorar el transporte público que llega hasta el nuevo campus.

“Yo hace dos años tuve bastantes reuniones con la Ciudad Autónoma, me reuní con la vicepresidenta, Adela Nieto, que es la responsable del transporte y me dicjo que cuando elel campus se inaugurara me llamaría para hablar del tema de los buses. Sigo esperando la llamada”, ha explicado Ortiz.

A los estudiantes les gustaría que el transporte público de autobuses tuviera más frecuencia y que adecuara sus horarios a las necesidades del campus. “Sólo hay una línea que pase por aquí y encima sale a en punto que es lo peor que puede haber” dado que las clases comienzan a en punto y eso obliga a perder una gran cantidad de tiempo a quienes quieran usar el servicio de autobús.

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