La Secretaría de Estado del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) incorporará más de veinte docentes y orientadores para dar atención socioeducativa desde este mismo miércoles (si la Ciudad es capaz de prestar el servicio de transporte) en horario vespertino en cinco institutos de Ceuta a los menores migrantes marroquíes solos con entre 12 y 16 años llegados en mayo que están acogidos por la Ciudad, que se cifran en unos 164 chavales aunque el número cambia casi a diario.

A la espera de la Resolución que se prevé publicar este martes en el BOE, se liberará media jornada a un docente por centro para que ejerza como coordinador del programa, para el que se contará en cada instituto con un orientador, medio profesor de Servicios a la Comunidad, un especialista en Pedagogía Terapéutica (PT) y un maestro por grupo.

La especialidad de estos últimos será concretada por la Unidad de Programas Educativos (UPE) de la Dirección Provincial. Dado que la idea del Ministerio es formar grupos de no más de 15 alumnos, la administración deberá incorporar, al menos de momento, a once maestros, previsiblemente de la especialidad de Primaria.

Ellos serán junto a los orientadores los primeros, este mismo martes, en ser llamados por la administración. De tarde se someterán a un curso de formación y el miércoles, si nada falla, empezarán a trabajar. El resto de cupos se irá cubriendo conforme se vaya conociendo el perfil de los dicentes y sus necesidades, así como los perfiles más adecuados para atenderlas.

Los Servicios Centrales han acordado que este refuerzo extraordinario no se perderá en todo el curso con independencia de que los menores migrantes marroquíes sean repatriados o trasladados a otras regiones con más o menos celeridad.

La Dirección Provincial del MEFP tramitó durante la semana pasada la escolarización junto al resto del alumnado de Infantil o Primaria en un nivel un año inferior al que les correspondería por edad en los CEIP Príncipe Felipe y Rosalía de Castro de los 17 niños migrantes marroquíes llegados en mayo solos o con familiares que todavía permanecen en la ciudad (diez en el CETI).

Ahora resta por concretar la asistencia educativa que el Ministerio se ha comprometido a dar también a los jóvenes que ya no están en edad de escolarización obligatoria (por encima de 16 años), para los que en función de sus competencias y sus intereses se han barajado crear aulas modulares en los espacios en los que están o van a ser acogidos o gestionar su inclusión en alguno de los programas de FP o Educación para Adultos ya existentes.