La jornada electoral se desarrolla con más normalidad que tensión a pesar de que por primera vez en años se espera un resultado apretado y existe incluso incertidumbre por quienes serán finalmente los representantes elegidos por los ceutíes para el Congreso y el Senado.
Tranquilidad y normalidad que no ha estado reñida con algunos incidentes. En el Príncipe por ejemplo, a primera hora, antes incluso de las 9, una mujer ha acudido a votar al Polifuncional. Se ha encontrado con todo preparado, pero las mesas cerradas. Abren a las 9. Se ha indignado visiblemente, según testigos, y ha increpado a los miembros de las mesas, gritándoles que “parecen funcionarios”.
Un poco peor se ha puesto la cosa en el colegio vecino del Reina Sofía, también a primera hora, un hombre, “un perturbado, no estaba muy bien de la cabeza”, ha descrito un testigo, ha amenazado a uno de los representantes de VOX. Las amenazas han hecho que la Policía Nacional tuviera que intervenir y se ha desplegado un dispositivo añadido frente a ese colegio para evitar nuevos incidentes, antes las amenazas de muerte vertidas también contra un miembro de VOX, según ha explicado el secretario de Barriadas del PSOE, Juan Gutiérrez.
Un último incidente en el Príncipe, a la candidata al Senado por el PSOE, Blanca Gómez, la han tenido que desalojar del Polifuncionar por no lucir su acreditación y la presidenta de una mesa ha llegado a paralizar por unos instantes las votaciones, según informe El Faro.
No todos los males han recaído sobre VOX. En el Ramón y Cajal, en Hadú, colegio electoral, que no docente, habitualmente follonero, el PSOE ha tenido que solicitar más papeletas ante la previsión de que se agotasen. No es que los votantes de Hadú estuvieran votando masivamente por los socialistas, es que alguna persona ha boicoteado sus papeletas subrayando las del Congreso o rompiéndolas por las esquinas. Suficiente para que esos votos sean declarados nulos.
El interventor de los socialistas estaba visiblemente alterado y molesto con la situación y aseguraba que a Ciudadanos le habían hecho lo mismo. Desde los representantes de VOX se le ha quitado hierro al asunto, asegurando que también ellos hacen triquiñuelas y uno de los representantes del PP, describía a los representantes del PSOE como muy nerviosos, quitando también importancia a lo sucedido y asegurando que ellos también han cazado a un grupo de personas haciendo lo mismo con sus papeletas. “Aquí siempre hay problemas, y hoy está tranquila la cosa, verás en mayo con las municipales la que se va a liar aquí, va a haber tortazos”, ha referido un veterano interventor del PP que conoce bien los líos que se suelen formar en ese colegio electoral.
En ese mismo colegio, una de las representantes del PSOE no daba abasto para atender las peticiones de muchos ciudadanos que por algún motivo habían sido cambiados de colegio. Tradicionalmente habían venido ejerciendo su derecho al voto en el Ramón y Cajal, pero por cambios en el censo, se han visto hoy algo perdidos y era la delegada socialista la encargada de llamar al teléfono habilitado para preguntar con su número de DNI, dónde les correspondía votar. En un momento dado le rodeaba un grupo de hasta 7 personas, esperando turno para saber dónde tenían que depositar sus votos.
El del Ramón y Cajal no es el único boicot que ha sufrido el PSOE. A primera hora de la mañana sus papeletas en el Instituto Camoens habían desaparecido de las cabinas de votación. Alguien las había escondido y su representante en el colegio aún no había hecho acto de presencia. Avisada de la situación por los propios periodistas la interventora en el Miguel Hernández de los socialistas, Sandra López, cruzó la acera para poner orden y restituir la normalidad democrática en el Camoens, haciendo florecer las papeletas con el puño y la rosa.
Un candidato perdido entre las mesas
Otra de las anécdotas del día la ha protagonizado el candidato de VOX al Senado, José María Rodríguez. Había citado a la prensa a las 9.15 horas en el Colegio Miguel Hernández donde le correspondía votar. Una vez allí se ha dirigido hasta a dos mesas a depositar su voto antes de dar con la que le correspondía. Sólo le ha faltado por catar otra mesa más de ese colegio. Ni tan siquiera la consulta al callejero le ha ayudado a encontrar su urna.
Las 96 mesas electorales han podido abrir a las 9 tal y como estaba previsto. Algún que otro cambio en la presidencia de mesas por indisposición, una presidenta titular ha comparecido, pero se ha tenido que marchar a su casa tras vomitar en la mesa en la que votaba Juan Vivas en la Casa de la Juventud.
El ambiente en algunos colegios era de afluencia masiva, como en el Valle Inclán, tradicional feudo socialista. Pasados unos minutos de las 12 las colas para votar salían a la calle y moverse por el interior del colegio era realmente complicado. Tampoco ayudaba las reducidas dimensiones en las que se había montado el dispositivo en el hall de entrada al centro y en dos pasillos de la instalación.
Cruz Roja ha cumplido con su cometido llevando durante toda la mañana a personas con dificultades de movilidad hasta los colegios electorales para que pudieran ejercer su derecho al voto.
Igualmente, los carteros han tenido tarea extra este domingo y a primera hora de la mañana pasaban por los colegios y las mesas para ir depositando los votos que se habían entregado en los días previos en Correos.
A pesar de todo, la tranquilidad parece ser la nota dominante y más allá de algunas tensiones, habituales por otra parte, con las papeletas, los ceutíes están pudiendo ejercer su derecho al voto con normalidad.
Aclaración: Hemos recibido quejas en la redacción sobre la atribución del término "follonero" al Colegio Ramón y Cajal. En ningún momento este medio pretendió faltar al respeto al Colegio Ramón y Cajal como centro docente, ni de ningún otro modo, la expresión tan sólo quiere referir que se trata de un colegio electoral en el que habitualmente se viven situaciones de tensión durante las votaciones, por la actitud beligerante de los representantes políticos destinados allí. Rogamos disculpas a quienes se hayan podido sentir ofendidos al entender que el término se refería al centro docente.