ENTREVISTA

Guillermo Martínez, el grado de la experiencia y la frialdad en el tiroteo

Guillermo Martínez, el grado de la experiencia y la frialdad en el tiroteo

Guillermo Martínez quiere ser el próximo diputado por Ceuta con el Partido Popular. Es de todos los candidatos de esta campaña el que acumula una mayor experiencia. Desembarca en la campaña con su carácter de natural tranquilo y con una larga hoja de servicios prestados al pueblo de Ceuta desde un buen puñado de cargos políticos y también desde Procesa.

Al principio de la campaña en ocasiones se le vio algo preocupado, casi alicaído, por el rumor de encuestas que señalaban –lo siguen haciendo, pero menos- que el PP podría perder por primera vez en 30 años uno de sus bastiones, Ceuta. Y ese dudoso honor le podría tocar valorarlo en la noche del domingo a Guillermo Martínez.

Él es consciente, todo el PP lo es, que de suceder el desastre, poco o nada se le podría achacar a los candidatos. Son más las circunstancias jugando en contra. Los elementos que diría Felipe II. Lo sabe también que no le importa dedicar minutos de entrevista a explicar y re explicar lo que días después de la grabación será casi núcleo central de la campaña de los populares en la ciudad, el voto útil y como la fragmentación en el electorado de la derecha que puede elegir entre tres opciones, por primera vez en mucho tiempo (PP, Cs y VOX) puede, en Ceuta, tener el efecto perverso de que a pesar de que una mayoría social y electoral prefiera un Gobierno de Casado, Rivera y Abascal, el diputado por Ceuta sea socialista y vote a Pedro Sánchez para que siga en la Moncloa.

Es la Ley de Régimen Electoral. Y Guillermo Martínez se muestra favorable a cambiarla, también en un sentido que empieza a hacerse necesario, Ceuta tiene apenas 2.000 habitantes menos que la provincia de Soria, los castellanos eligen a 2 diputados al Congreso, los ceutíes sólo a uno. “Es una incongruencia que probablemente haya que revisar. Es verdad que no es un debate abierto en la sociedad ceutí, pero probablemente debemos reivindicar que en función de la población que tenemos se modifique la normativa y tengamos 2 diputados”, dice.

A Martínez no le duele reconocer que para el votante descontento, hay mucho de autocrítica a la gestión de los populares durante la entrevista, votar a VOX en las próximas municipales les pueda reportar algo, pero no ahora. “Yo puedo entender que incluso en las Autonómicas en Ceuta, una persona que vote a VOX vaya a encontrar su reflejo en un concejal o lo vaya a encontrar en un parlamentario andaluz, pero aquí lo que va a ocurrir es que una persona que vote a VOX, al final lo que va a conseguir es que está favoreciendo que el diputado sea del PSOE. Si nosotros nos quedamos con un 30 por ciento y el PSOE con un 31 por ciento, al final el diputado es del PSOE”, redunda.

Eso sí, sin duda, “la mejor opción para las Autonómicas y para las Generales y las Europeas es el PP”.

Martínez reconoce que el PP no lo ha hecho del todo bien con la gestión del Puerto, que ha de convertirse en un puntal de la economía local, tampoco con la frontera. Ahí ha habido falta de previsión, pero no sólo por parte del Gobierno de Rajoy, también de los anteriores.

Y avisa “nosotros no podemos enfocar nuestro desarrollo sólo en Marruecos porque nos puede generar incertidumbre y a las pruebas me remito. La frontera se mueve en función de criterios aleatorios que no controlamos, unas veces cierro, otras veces te dejo pasar, otras no; y no puede girar la economía de una región española exclusivamente a eso. Abiertos a todo lo que venga de allí, pero el enfoque tiene que ser otro”.

Martínez es la víctima perfecta para confrontar el discurso agresivo del PP nacional y su líder Pablo Casado respecto al PSOE con otro perfil más tradicional y sosegado de la formación, el que él, en realidad representa. Casado ha insistido en campaña en comparar al PSOE con ETA y sus amigos, Bildu y Otegi, un discurso exaltado que rebasa sin pudor y precisamente a sabiendas de que ETA está muerta todas las líneas rojas de unidad frente al terrorismo que se construyeron durante 40 años en España. “Las manos manchadas de sangre”, que le lanzó Casado a Sánchez, “el felón”, en el penúltimo día de campaña la afirmación de que Sánchez está negociando ya la secesión de Cataluña… subidas de tono de campaña, que a priori parecen difíciles que encajen con el perfil tranquilo, casi técnico del candidato de los populares al Congreso por Ceuta.

Aún así, Martínez, se defiende con uñas y dientes, acorralado con un discurso que es incómodo de defender, pero del que sale con mucha dignidad sin traicionar a nadie, ni a los suyos, ni a los de enfrente. “El PSOE no es un partido terrorista. El PSOE como el PP tiene muchas víctimas en el camino y estoy convencido de que la amplísima mayoría de sus bases están en contra de cualquier acercamiento a los proetarras y los terroristas. Pero dicho eso, es verdad que el partido de Otegi ha tenido acuerdos con el PSOE. Pedro Sánchez es el presidente de España porque tenía el apoyo de los diputados de Bildu. Nosotros no tenemos nada que negociar y jamás nos sentaremos a pactar nada con ERC, ni con el PdeCat mientras sigan en esa deriva secesionista, ni tampoco por supuesto con Bildu, que ha sido el partido que sustentaba a ETA”. Una respuesta que está sólo al alcance de quien acumula experiencia en sus hombros suficiente para no ponerse nervioso en situaciones difíciles, en campañas tensionadas porque en un puñado de votos, en Ceuta o en Soria, pueda estar quizás la clave de quien sea el próximo presidente del Gobierno de España.

Como explicaba el sheriff de Sin Perdón, el personaje de Gene Hackman, en un tiroteo lo más importante no es quién dispara más rápido, sino quién tiene la mayor frialdad.

Guillermo Martínez, el grado de la experiencia y la frialdad en el tiroteo


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