Era mal día, viernes de inicio de puente y mala hora, las 22 horas. Y la convocatoria se hizo de forma urgente al calor de la indignación por la aparición del cadaver de la pequeña Olivia secuestrada por su padre hace más de un mes previa amenaza a su ex pareja de que no la volvería a ver, violencia machista por la vía vicaria. Y la respuesta fue más acorde a la coyuntura que a la indignación provocada en la sociedad por el crimen, el último de dos últimos meses trágicos en lo que a violencia machista se refiere. 

Apenas una veintena de personas se han concentrado bajo el Ayuntamiento ante la llamada de la Plataforma Feminista sumándose al movimiento y a las concentraciones convocadas para la misma hora en todo el país. 

Su escasa presencia no empaña el clamor contra el último crimen y contra la lacra que ha segado la vida de más de mil mujeres desde 2003. Y es que a su acto habría que sumar el minuto de silencio dedicado a Olivia por los centenares de manifestantes que horas antes casi en el mismo sitio se habían citado para apoyar la causa palestina.