Las pruebas oseométricas han ratificado que la inmensa mayoría de los 39 jóvenes marroquíes que dijeron ser menores de edad tras llegar a Ceuta a nado durante el último fin de semana de abril, cuando más de 100 compatriotras lo consiguieron por la misma vía en poco más de 48 horas, no alcanza los 18 años. Según fuentes conocedoras de sus resultados, únicamente “cuatro o cinco” análisis han apuntado, con el margen de error que llevan implícito, en sentido contrario.

España y Marruecos pactaron a los pocos días abrir por primera vez la frontera del Tarajal desde su cierre a mediados de marzo del año pasado por la pandemia para proceder de una devolución expeditiva de inmigrantes indocumentados súbditos del Reino alauita, el proceder rutinario hasta la declaración del estado de alarma por la enfermedad del coronavirus. Primero se expulsó a 63 adultos y después se hizo lo propio con otros 13.

Los 39 que habían declarado tener menos de 18 años han sido sometidos a pruebas que en casi el 90% de los casos la han cifrado por debajo de esa edad, por lo que deberán quedar bajo la tutela de la administración autonómica hasta que la alcancen y no podrán ser devueltos al país vecino en cumplimiento de la normativa vigente.

La clausura del Tarajal ha permitido reducir de forma drástica el número de niños migrantes solos que están bajo la tutela de la Ciudad, que actualmente ronda los 250 jóvenes, lo que permitió clausurar el albergue de Piniers.