No es ni mucho menos la primera vez que sucede. De hecho, este verano, durante el mes de julio, se recuerda a un joven que jugándose la misma suerte se hizo un esguince cervical en semejantes circunstancias. Sin embargo, desde Cruz Roja advierten que, en lo que llevamos de verano, se han añadido a lista más de 1.500 avisos a bañistas saltando desde las escolleras, otros 2.400 saltando desde las rocas y cerca de 900 practicando este 'entretenimiento' de cabeza.

Por tanto, la mayoría de estas intervenciones pertenecen a este tipo de indicaciones. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana, de las 721 intervenciones realizadas desde el área del Servicio de Vigilancia y Rescate en playas, 261 pertenecen a esta clasificación.

Este domingo, con 340 intervenciones en la playa de La Ribera, uno de los seis heridos tuvo que ser trasladado al Servicio de Urgencias para suturarle en la cabeza “al herirse de consideración” al saltar desde las escolleras. Ese día, con 120 avisos por estos saltos, destacó la playa de El Tarajal con 40 amonestaciones a bañistas saltando desde las rocas y a 42 realizando saltos de cabeza que se consideran peligrosos.

“Insistimos mucho en que la gente no salte pero aún así muchos hacen caso omiso a pesar de que solicitamos que se haga caso de las indicaciones de Cruz Roja, que están por alguna razón, y en que se respeten también las banderas, sobre todo con los menores”, señalan desde el Gabinete de Comunicación de Cruz Roja. La bandera roja, por ejemplo, indica prohibición de baño, por lo que no respetar esta señal supone no solo un peligro para el propio bañista, sino también para el socorrista que tenga que ir a atenderle. Con las personas que saltan desde las rocas ocurre lo mismo. “Cualquier zona donde hay rocas es susceptible de crear problemas: Chorrillo, Ribera, Tarajal, Miramar, Benítez…”, se añade.

Por otro lado, el día más concurrido en lo que a asistencias se refiere fue el sábado, con 345, cabe señalar el que, también en la playa de La Ribera, se produjo un rescate a nado desde la orilla y la búsqueda de dos bañistas que habían desaparecido durante un cuarto de hora y cuya localización solicitaron sus familiares. Ambos fueron encontrados sanos y salvos por haberse ido a nadar sin previo aviso. En cuanto al hombre que solicitó el rescate, sufría de agotamiento físico. “Fue una persona que no reconoció sus limitaciones y la mayoría de usuarios que piden rescate es por agotamiento”, resumen desde la institución humanitaria.

Otras de las intervenciones más comunes corresponde a aquellos bañistas despistados o nadadores profesionales, pescadores o buceadores que se exceden y traspasan el límite de la zona de baño llegando a aguas habituadas para las embarcaciones, dándose a su vez, casos contrarios, de embarcaciones que entran accidentalmente en la zona de baño. Naturalmente, ninguna de las opciones está permitida y se debe respetar igual que cualquier otra de las recomendadas por Cruz Roja para el mayor bienestar y disfrute de todos.