Las alarmas se habrían disparado tras las conferencias en la reciente conmemoración de la fiesta religiosa del ‘Maulid’, pronunciadas por dos miembros del partido marroquí Justicia y Desarrollo (PJD).al detectar procesos de radicalización en ciertos personajes ceutíes de origen musulmán, a los que se atribuye la presencia reciente de de los miembros del mencionado partido en la Ciudad Autónoma (a la que consideran ‘ciudad ocupada’, al igual que a Melilla).
No obstante, según ha sabido Diariocrítico de fuentes ceutíes, pese a tanto esfuerzo en medios humanos y materiales no se ha logrado que los distintos servicios compartan información sensible sobre los movimientos radicales en el Rif que pueden afectar a Ceuta o Melilla. El problema radica en la desconexión informativa del CNI con los servicios de información de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, que tampoco se traspasan datos entre ellos.
Según medios políticos ceutíes, preocupados por la posibilidad de infiltración del salafismo en la ciudad, no existe un criterio uniforme a la hora de afrontar estrategias claras de actuación. Insisten en la divergencia de criterios entre la Policía Nacional y el CNI, que buscaban fomentar un cierto ‘islamismo español’ en la población musulmana para evitar el control religioso de Marruecos, y la Guardia Civil que, más tradicional y conocedora de los peligros de esa importación de conceptos religiosos diferentes al rito marroquí, apuesta por lo malekí y vigila con interés y desconfianza todo el terreno que en Ceuta va ganando el islamismo importado.