Estiman en 90 el número de ceutíes o marroquíes residentes en la ciudad que han partido hacia Siria


Estiman en 90 el número de ceutíes o marroquíes residentes en la ciudad que han partido hacia Siria

- Las fuentes consultadas por el sociólogo Carlos Rontomé calculan que "cuarenta habrían podido morir o encontrarse desaparecidos”

- El aumento del rigorismo se refleja "en el auge de expresiones de fuerte contenido simbólico como el aumento del uso del hiyab entre las jóvenes ceutíes" o en "un mayor uso de vestimenta de tipo afgano y de barbas pobladas"

Aunque "resulta especialmente difícil de determinar dado que en ocasiones ni la propia familia sabe de su paradero y de que los servicios de información no facilitan este tipo de informaciones", el número de ceutíes o marroquíes residentes en la ciudad autónoma desplazados al conflicto de Siria “alcanzaría los noventa individuos, de los cuales cuarenta habrían podido morir o encontrarse desaparecidos”, según las fuentes consultadas por el profesor de Sociología de la Universidad de Granada (UGR) Carlos Rontomé para la elaboración de ‘Radicalización y yihadismo en Ceuta’, estudio incluido en la última edición del ‘Anuario del Conflicto Social’ que publica la Universidad de Barcelona.

Rontomé describe a Ceuta como una ciudad “con una población dividida en dos grandes grupos étnicoreligiosos”, cristianos y musulmanes, en la que “las dinámicas y los conflictos sociales tienen un fuerte componente religioso e identitario” y donde durante los últimos años “se ha producido un significativo crecimiento en la ciudad de las redes de captación yihadista y del número de musulmanes, hombres y mujeres de Ceuta, que han acudido a esa llamada a los escenarios bélicos, especialmente al de Siria”.

“Este hecho”, interpreta el sociólogo, “se presenta como un potencial riesgo para la convivencia pacífica de los ciudadanos de Ceuta al quebrarse la confianza mutua y propiciar un crecimiento de la segregación social ya existente”.

“Durante décadas, la población musulmana de Ceuta o residente en la ciudad ha mantenido en líneas general una actitud proclive a la convivencia y ha hecho de este valor el eje de las relaciones interétnicas e interreligiosas”, contextualiza Rontomé, que considera que “la implantación de corrientes islámicas rigoristas ha introducido un elemento de tensión dentro de la propia población musulmana y de la relación de esta con el resto de grupos poblacionales, un hecho que se ha visto agravado por factores externos como las guerras de Afganistán, Irak o Siria”.

A juicio de Rontomé el proceso de radicalización de una parte de la población islámica de Ceuta se inició “a finales de los años ochenta”, al principio “de forma muy minoritaria y poco visible social y políticamente”. En las últimas décadas, diversos movimientos religiosos de carácter rigorista han ido asentándose y creciendo en la ciudad “en detrimento de las asociaciones y comunidades más cercanas a la tradición malekí propia de Marruecos”.

Dichas corrientes serían la Yama’a at-Tabligh; la vertiente espiritual, sufí, de Al-Adl wal-l-Ihsan; y el salafismo, que “aunque minoritario, también está presente en Ceuta”.

El aumento del rigorismo se refleja "en el auge de expresiones de fuerte contenido simbólico como el aumento del uso del hiyab entre las jóvenes ceutíes" y "en el caso de los hombres, de forma novedosa aunque minoritaria, se aprecia un mayor uso de vestimenta de tipo afgano y de barbas pobladas".

Estiman en 90 el número de ceutíes o marroquíes residentes en la ciudad que han partido hacia Siria


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad