ALEO

El general Marcos Llago toma el testigo de Pedro de Meneses

El general Marcos Llago toma el testigo de Pedro de Meneses
Entrega del bastón de mando al nuevo Comandante General, Marcos Llago-8
Entrega del bastón de mando al nuevo Comandante General, Marcos Llago-8
Tras su toma de posesiono, el nuevo comandante general de Ceuta , como manda la tradición, ha hecho entrega del bastón de mando de la Comandancia a la Virgen de África en un acto simbólico que s mantiene desde 1415.

Como manda la tradición desde 1415, el vicario de Ceuta, Francisco Fernández Alcedo, ha hecho entrega al general Marcos Llago, el aleo, o bastón de mando de los Gobernadores-Comandantes Generales de Ceuta,.

Una bengala de mando muy peculiar, cuyo origen se remonta a las postrimerías del verano de la conquista de la plaza de Ceuta por parte de los portugueses. En aquel entonces fue nombrado para el cargo de Gobernador del nuevo territorio de la Corona lusa a Pedro de Meneses, l que sería el primer antecesor del general Llago.

Entrega del bastón de mando al nuevo Comandante General, Marcos Llago-3

El nuevo comandante general, al igual que respondiera De Meneses a la pregunta del rey Juan I de Portugal de cómo defendería Ceuta, ha vuelto s pronunciar la legendaria frase que sirve de testigo del espíritu del primer gobernador de Ceuta: “con este palo me basto para defenderla de sus enemigos…”, portando en una mano el famoso aleo a modo de bastón de mando.

Una escena que, como en cada relevo en la Comandancia, se ha replicado tras la toma de posesión oficial en el Salón del Trono de la COMGECEU. En primera instancia, el general ha recogido el mando en la Catedral para, a continuación, trasladarse al Santuario de Nuestra Señora de ´ñAfrica para hacer el acto de entrega del aleo a la Virgen de ñÁfrica, patrona de la Ciudad y comandante general perpetua.

Entrega del bastón de mando al nuevo Comandante General, Marcos Llago-5

Este antiguo bastón de madera es hoy el símbolo del poder militar en Ceuta. La COMGE no dispone de bastón de mando oficial y era tradición en esa época jugar a la “chueca”, un juego donde era utilizado este bastón. El aleo, de madera de acebuche,  mide 85 cm y pesa 240 gramos, siendo sus 16 nudos su signo más característico. Hoy es el símbolo de la plaza y de ese vínculo inmarcesible que mantiene con la Iglesia. 

El general Marcos Llago toma el testigo de Pedro de Meneses


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