PROYECTO ICI CRUZ ROJA

Los juegos de ayer resucitan en Miramar

Los juegos de ayer resucitan en Miramar
Chicas jugando a la Rayuela (1 de 2)
Chicas jugando a la Rayuela (1 de 2)

Parece un espejismo, una imagen onírica venida de otro tiempo: un grupo de muchachas juega ala Rayuela en la plaza de Miramar Bajo. Al lado, otro grupo de chavales  juegan a pillarse y tres chicas saltan a la comba. Globos de colores por toda la plaza y una larga mesa con fruta y otra con los bártulos para hacer manualidades completan una escena que antaño tal vez fuera normal pero que este sábado 4 de mayo de 2019 parece un capítulo de Cuéntame.

No es una recreación histórica ni a los chavales de Miramar les ha dado por regresar al feliz mundo analógico en el que se jugaba en la calle con amigos, los juegos tenían canciones, reglas e incluso nombres diferentes de un barrio a otro. Se trata del Proyecto ICI de Cruz Roja para la dinamización de las barriadas de Hadú-La Almadraba y que este sábado ha celebrado su jornada de juegos en la calle, ayudados esta vez por Santiago Real, vicedecano de Estudiantes y Extensión Universitaria, que ha devuelto a la calle su recopilación de juegos llevada a cabo en la Facultad de Educación Social y que ya trasladarlo ala cale el pasado año. “Y este año volvemos a repetir y con overbooking de monitores, que el año pasado estábamos escasos y este ahí hay 15 de la universidad”.

Fue un trabajo realizado hace tres años por los alumnos de Real que investigaron con sus padres y abuelos para rescatar la memoria de aquellos entretenimientos infantiles, acompañados siempre por las retahílas, cancioncillas que han ido pasando de generación en generación y que Santiago Real y sus estudiantes plasmaron en un libro.

Juegos que todos conocemos, aunque en cada región y a veces en cada barrio cambie el nombre. “Ceuta tiene mucha influencia de la zona de Algeciras, Campo de Gibraltar y Málaga y en cada zona se va aportando una canción, una rima o una cosa del juego, los juegos no son estáticos”. La mayoría son juegos casi universales , aunque hay alguno propio y exclusivo de Ceuta, como ‘la Sardina’, “en el que uno se esconde y todos lo buscan y el que lo encuentra se queda donde está el escondido, y así todos hasta que uno llega el último”.

“Las normas varían de un punto de la ciudad a otro, las cancioncillas también, lo fuimos recopilando y al año siguiente juegos de lápiz y papel”, explica Real. El objetivo que le propuso el Proyecto ICI fue llevar a la calle esos juegos “y apartar a los chavales de la tablet y que socializaran de verdad y no a través de las redes”.

Son juegos que no están tan muertos como creemos. “El escondite, el pollito inglés, el pilla pilla… Los niños pequeños , que todavía no están tan liados con esas cosas, sí que juegan, sobre todo ahora que los días son más largos y están más tiempo en la calle”.

Los juegos de ayer resucitan en Miramar


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