El juez cita a un turno entero de la UIR para aclarar las contradicciones de una supuesta agresión


El juez cita a un turno entero de la UIR para aclarar las contradicciones de una supuesta agresión
La noche del pasado sábado 25 al domingo 26 de octubre terminó con Fernando Navas en comisaría, con una denuncia firmada por dos agentes de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local P-177 y P-191. Uno de ellos además aportó un parte de lesiones a esa denuncia. Fernando Navas resultó tener la nariz rota y su amigo Cristóbal Yáñez que no aparecía en ninguna diligencia policíal resultó con el hombro dislocado y una fisura en el riñón. Dolencias que aún en enero le daban dolores y de las que señaló como culpable a otro agente también en el turno de actuación de aquella noche, el P-175.

El lunes 27 comenzó a instruirse en el juzgado la causa, se esperaba un juicio rápido. El jueves cinco de febrero el juez tomó declaración a parte del turno de guardia de la Unidad de Intervención Rápida que se encontraba de servicio en aquella madrugada, a la otra parte la ha citado para el día 18. Razones no le faltan al señalar contradicciones y lagunas en los testimonios prestados hasta ahora por los agentes y a los que ha tenido acceso ceutaldia.com

Quizás lo más llamativo sea que el acta de la denuncia contra Fernando Navas la firman dos agentes, el p-191 y el p-177, ambos figuran en el expediente judicial a día de hoy como imputados de un delito de lesiones. Y es que firman la denuncia y después cuando declararan ante el juez se contradicen. Para evadir respuestas más complicadas el agente p-177 por ejemplo asegura que estuvo conmocionado durante un rato, concretamente el tiempo en el que de tener razón la acusación particular de las familias de Cristóbal Yáñez y Fernando Navas se habrían producido las agresiones policiales. Aún así y a pesar de no recordar gran cosa firmó las actas de la denuncia.

Tres versiones:

El juez tenía hasta hoy encima de su mesa tres versiones, dos de ellas policiales y contradictorias sobre lo ocurrido la noche de autos.

Discusión en el Kamelot

El agente p-177 presentó en la denuncia firmada junto a su compañero p-191. En la misma aseguran que sobre las 3.30 horas vieron como el portero del pub Kamelot en el Poblado Marinero echaba del local “a un joven de malas maneras”. Este joven resulto ser Fernando Navas y según les contó el portero del local a estos dos agentes lo había sacado del local porque había discutido con otros clientes. Hasta aquí no habrá ninguna contradicción en las posteriores declaraciones. Tan sólo un amigo del hermano de uno de los agentes de la UIR que estaba aquella noche de servicio y al que Fernando y Cristóbal señalan como su agresor aporta más datos y asegura que Fernando estaba muy desfasado.

En la denuncia se recoge que en ese momento, las 3.30 horas, cuando los agentes hablan con Fernando, “dicho joven presentaba signos evidentes de agresión física en el rostro, pregúntadole a dicho joven el motivo el motivo de dicho comportamiento, éste manifiesta que había tenido una discusión con una persona en el interior del local y se habían agredido mutuamente, pero ni él ni la persona a la que aludía querían formular denuncia por tales hechos, siendo aconsejado por los actuantes que debía ir al médico”. Fernando no fue al médico en ese momento.

Tan sólo dos días después, el lunes 27 de octubre el agente p-177, el mismo que en la denuncia que firma el sábado había visto signos evidentes de lesiones en la cara de Fernando cuando el portero del Kamelot lo saca fuera del local afirma en su declaración, ya como imputado: “Que sobre las cinco horas (ha cambiado la hora) comprobó en la escalera del Kamelot los porteros estaban scando a Fernando invitándolo a salir a media altura de la escalera del pub. Que se acercó a Fernando y vio que no tenía ningún tipo de lesión”. Dos días después los “signos evidentes de lesiones en la cara” han desaparecido de la declaración del mismo agente de la UIR.

El testimonio del agente p-177 no sólo es contradictorio con la denuncia que él mismo firma, sino también con el de su compañero el p-191. El otro firmante de la denuncia. En su primera declaración ante el juez como testigo el lunes 27 de octubre este agente sí sigue la misma línea de argumentación que lo que relata en la denuncia que el firma. “Vio al chaval que sacó al portero la cara hinchada y el labio rojizo”, recoge la testificación ante el juez. Declaración que ratificó ante el juez el once de noviembre cuando compareció como imputado.

El joven con el que había discutido Fernando Navas es Jonatan Rodríguez, alias ‘el verduritas’. El once de noviembre comparece como testigo ante el juez y reduce la discusión en el interior del local a un cruce de empujones. “Dentro del pub lo único que pasó fue que Navas le empujó y discutieron, nada más”. Y además niega lo que para la policía eran evidentes signos de lesiones en la cara y dice: “Que en ese momento no tenía ninguna herida en la cara”.

Es decir hasta ahora hay dos versiones distintas sobre la cara de Navas en un primer momento. Navas aparece al final de la historia con la nariz rota.

Fuera del Kamelot

Después de la discusión dentro del pub y el primer acercamiento de la Unidad de Intervención Rápida, se volvió a producir un tumulto con los mismos protagonistas esta vez ya fuera del pub Kamelot, a su salida y más tarde.

La denuncia, firmada por los agentes 177 y 191 dice sobre este altercad que se habría producido sobre las 5 horas y 55 minutos. Los agentes observan a Navas con unas cinco personas más. “Estos jóvenes comienzan a golpear a otros jóvenes que salían del local, entablándose un gran alboroto”, relata el atestado policía.

Entonces, los agentes deciden actuar “separando a los contendientes, recibiendo el agente P-177 un golpe frontal con el puño por parte del joven con el cual habían entablado conversación anteriormente (Navas)”. De ahí al hospital y del hospital ya con los partes de lesiones a comisaría.

En su declaración ante el juez dos días después de los incidentes el agente P-177 afirma que “le puso la mano a Fernando Navas en el pecho para separarlo y en ese momento recibió un golpe en la mandíbula. Después del golpe se quedó conmocionado y paralizado y no pudo actuar más y atribuye la declaración que él firma “los de autos”.

También dice en su declaración “que no puede precisar quien golpeó a Fernando. Que puede ser que ocurriera cuando el dicente estaba conmocionado”. Cuando recupera la conciencia estaba presente en la escena el agente P-175, que no aparece hasta ahora y que es a quien los dos jóvenes heridos señalan como autor de sus agresiones y que es a su vez hermano de un amigo de Jonatan, el chico con el que Navas había forcejeado durante la noche de autos.

También asegura este agente P-177 que cuando le puso la mano encima por primera vez a Fernando para separarlo “ya tenía la cara ensangrentada”. Y repite que antes de empezar la pelea con el otro grupo “Fernando no tenía la cara ensangrentada”.

El compañero del agente P-177, el P-191 estaba también en la reyerta y asegura que junto a ellos dos intervinieron más policías, aunque en ningún momento es capaz de precisar si el agente P-175 se encontraba también interviniendo.

Si reconocen ambos que los agentes emplearon las defensas con carácter intimidatorio para disolver la pelea y a la masa, aunque no precisan si las llegaron a usar o no.

La otra parte en la pelea, Jonatan Rodríguez, testifica sobre el tumulto fuera del pub y asegura que ambos “no llegaron a agredirse. Que Navas le empujó, discutieron y luego intervino la Policía” y reitera “que no vio en ningún momento que Navas tuviera sangre en la cara”. Jonatan Rodríguez, ‘el verduritas’ se quitó del medio una vez que interviene la policía. Aunque después sí fue indentificado.

¿Y Cristóbal Yáñez?

El juez ha considerado estas versiones poco claras y contradictorias y por eso ha decidido citar a declarar a todo el turno de la UIR que se encontraba de guardia en la noche de autos. Y es que una vez finalizados los hechos en ningún momento los policías reconocen o saben decir quien es Cristóbal Yáñez, a pesar de que este se presentó en el juzgado el lunes, 27 de octubre, con el hombro dislocado y una fisura en el riñón y señaló al agente P-175, hermano de un amigo de Jonatan Rodríguez, como autor de sus lesiones y de las de Fernando Navas.

Ese agente el P-175, según asegura el padre de Yáñez, Jesús Yáñez, ha sido condenado recientemente por otra agresión a un joven cuando también se encontraba de servicio.

El juez ha imputado de momento a los tres agentes, P-177. P-191 y P-175. A este útlimo también le tomó declaración como imputado.

Este agente asegura que se encontraba lejos del lugar de los hechos, custodiando el furgón policíal. Aunque reconoce que después se acercó hasta el lugar del incidente. Allí “no vio a ningún agente de policía que estuviera mareado o apoyado en la pared”. Aunque si vio a “un chico de cuclillas”. Cuando llegó su jefe en el servicio le mandó a la parte de atrás del Poblado a identificar a Jonatan Rodríguez.

El agente asegura no conocer ni haber visto aquella noche a Cristóbal Yáñez, a pesar de que éste le señala como su agresor.

Ni el agente P-177 ni el P-191 han sabido concretar con seguridad si el P-175 intervino o no en la pelea como agente ni tampoco han sabido decir con exactitud en dónde se encontraba este agente en todo momento, aunque han tratado de alejarlo del lugar del conflicto con sus declaraciones. Primero han afirmado que no sabían si había intervenido o no y dónde estaba y después aseguraron que se encontraba en el furgón policial.

Tampoco saben en qué condiciones ni quienes realizaron el traslado de Navas al hospital.

El juez de instrucción quería comenzar hoy a aclarar todos estos asuntos con la declaración del resto de compañeros de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local.

El juez cita a un turno entero de la UIR para aclarar las contradicciones de una supuesta agresión


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