"¿Dónde están mis maricones”, preguntaban con sorna por megafonía la organización del Consejo de la Juventud, encargada de la concentración por el Día del Orgullo. Al mismo tiempo que el árbitro pitaba el inicio del partido de la selección española contra Croacia, alrededor de un centenar de jóvenes se reunía en la plaza de los Reyes para visibilizar con orgullo la diversidad sexual. 

El Día del Orgullo 2021 ha sido, además, la confirmación del relevo generacional. Todos, todas y ‘todes’, eran jóvenes apenas veinteañeros, mujeres en su inmensa mayoría, la prueba de que la diversidad sexual es la nueva normalidad. Aunque no todo estan sencillo, aun sigue costando dar el paso. Basta poner el oído y prestar atención a lo que decían los allí congregados. “Mi madre me mata como me vea”, se reía nerviosa una chica; “Estoy cagadito de miedo, qué nervios”, confesaba un chico a sus amigas.

Bajo el lema “Desterremos los discursos de odio”,los jóvenes ceutíes han cogido el testigo de aquellos que en 1969 plantaron cara a la marginación en Stonewall, en el barrio neoyorquino de Greenwich Village. Pero más de medio siglo después, en muchos lugares del mundo la situación es igual o incluso peor y a este lado del planeta, donde nos congratulamos de nuestro estado de derechos y libertades, hemos empezado a retroceder, mientras ganan terreno los discursos de odio y las agresiones e insultos homófobos parecen haberse recrudecido.

“Medio siglo después sigue siendo necesario visibilizar los logros alcanzados y reivindicarlas tareas pendientes. Es un deber de toda la sociedad acabar con las agresiones LGTBIfóbicas y desterrar los discursos del odio”, reclama el manifiesto que este 28 de junio se ha teñido en toda España.

“Desde el Consejo de la juventud de la ciudad autónoma de Ceuta instamos al gobierno a aprobar la ley de igualdad LGT y la ley trans que reconozca la autodeterminación de género, así como los derechos de las personas transexuales a vivir acorde a su género sin procedimientos patologizantes. Asimismo demandamos a los poderes públicos que desarrollen políticas transversales que hagan efectiva la igualdad de derechos y oportunidades”, reivindican.