Lucia Prieto, enfermera y docente, ha recogido este lunes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el XXVI Premio María de Eza por “toda una vida dedicada los demás”, tanto en su faceta de DUE, como en la residencia de mayores, como en su labor docente en la Escuela de Enfermería. Un premio que Prieto ha querido dedicar especialmente al os mayores con los que día a día trabajó durante la pandemia. A ellos,  que. “nos han dado una lección de nobleza y bravura”- Especialmente, ha recalcado, aquellos mayores que viven en residencias, menudo olvidados, invisibles, pero que esta pandemia se ha llevado por delante.

Prieto, que se ha confesado “emocionada y agradecida”, ha repartido el premio con todos aquellos, y especialmente aquellas, que la han forjado. Empezando por la propia Ceuta, donde llegó hace 35 años. “Ceuta me ha hecho como mujer y como profesional”. 

“Me recorre una corriente de sentimiento de alegría, orgullosa, por el reconocimiento y el feedback que he recibido”, agradecía Lucía Prieto, XXVI Premio María de Eza. La galardonada , reconoce el galardón, fue la encargada de la atención directa a los seis contagiados registrados en la segunda ola de la pandemia, permaneciendo con ellos y cuidándolos 24 horas, durante los 33 días que duró ese periodo de aislamiento. Asimismo, Prieto ha sido la encargada de vacunar en la residencia y también se ha puesto a disposición de la Ciudad para colaborar en la campaña de inmunización, tanto en la administración de las dosis como en la formación de profesionales.

Dunia Mohamed, consejera de Servicios Sociales y responsable del área de Mujer, reivindicó la figura de Lucia Prieto, y su dedicación “Representas a la mujer luchadora, la mujer de luz”. Y ser mujer no es fácil tampoco, recordó Mohamed, “en este siglo que nos envuelve en incongruencias manifiestas en lo que a derechos e igualdad se refiere. (…)  Cuántas veces escuchamos que la balanza de la injusticia cae del lado femenino o toleramos noticias de violencia contra la mujer como si no pudiéramos hacer nada”. Para la consejera ceutí ese debe ser el primer objetivo para caminar hacia la igualdad: erradicar la violencia de género.

Josefa Lucía Prieto Rodríguez se incorpora así al cuadro de honor de las galardonadas con el María de Eza que conforman, en orden cronológico descendente: María Sánchez Miaja, Mercedes Medina, Mercedes Canca, Hilda Castro, Nona Alguacil, Elena Laverón, Lali Orozco, Manuela Gómez, Lorena Miranda, Rosa Rodríguez, Carmen Mosquera, María Antonia Palomo, Francisca Ramírez, Rabea Mohamed, África Martínez, Carmen Fernández, Isabel Valriberas, Carmen Cerdeira, Susana Román, Beatriz Palomo, Concepción Baena, Ana María Sevillano, Gertrudis Godino, Teresa Roa y Carmen Isardas, que fue distinguida en 1996, año en que se celebró la primera edición del galardón, del que han recibido menciones honoríficas Soraya Mohamed y María Teresa Alascio.