La casulla, las dos dalmáticas y la capa pluvial que conforman el terno de San José (siglo XIX) pertenecientes a la Catedral de Ceuta se verán, por primera vez, el próximo domingo en la magna procesión del Corpus tras la restauración llevada a cabo por el taller de bordados de Forja XXI, según ha adelantado este viernes la Fundación a través de un comunicado de prensa.

Estas piezas, que ya han sido entregadas al Cabildo catedralicio, han estado expuestas esta semana en el interior del templo junto al propio taller –trasladado allí de forma excepcional para la ocasión-, de modo que tanto feligreses como visitantes han tenido la ocasión de comprobar “el espléndido trabajo realizado por las alumnas”, ha explicado el presidente de esta fundación, Francisco Navarro.

El taller 'José Durán Ambel' culmina así su primera fase con la restauración de este conjunto de piezas: el terno de San José, que presentaba un buen estado de conservación de los bordados, pero no así de los soportes empleados, y un paño de hombros del siglo XVIII, bordado a realce y con un pelícano como figura principal y del que irradia un resplandor. En este caso, dado su deficiente estado, se ha procedido a la reposición de las piezas y se han pasado a un nuevo soporte.

En esta última fase -que se prolongará hasta finales de diciembre- se recuperarán otras piezas textiles de mayor valor histórico como el terno litúrgico conocido como 'El Rico', que se encuentra en un mal estado de conservación. Además, el alumnado va a trabajar intensamente en la creación de bordados y adornos textiles de acuerdo a las diferentes demandas que se producen en la ciudad.

En este sentido, el fin primordial del taller es la capacitación de sus 15 alumnas en este oficio de modo que, una vez finalice, “las que quieran establecerse por su cuenta hayan obtenido un nombre, un prestigio profesional que atraiga al mundo de las cofradías y de la Iglesia y encarrilar su vida laboral en un campo que creemos tiene mucho futuro”, ha subrayado Navarro.

Este proyecto, al margen de la formación de sus integrantes, posibilita la recuperación de una parte importante del patrimonio de Ceuta, en concreto, las mencionadas piezas del museo catedralicio, y de otras instituciones gracias también a la colaboración de la Ciudad y del Obispado de Ceuta.