El Real de la Feria de Ceuta ha implantado por primera vez durante la tarde noche de este miércoles por primera vez una iniciativa consistente en 'silenciar' rebajando de forma apreciable su volumen rutinario de decibelios durante cuatro horas, de 19.00 a 23.00, sus atracciones con el fin de hacerlas accesibles a niños y mayores con trastornos del espectro autista (TEA) hipersensibles al ruido, determinados tipos de iluminación o grandes tumultos.

Las personas con TEA son muy sensibles a los estímulos sensoriales, de forma que algunos que normalmente los demás pueden soportar (ruidos, música alta, luces, petardos, olores, colas, etcétera) para ellas suponen una sobreestimulación por encima del umbral de lo que pueden soportar, provocándoles ansiedad extrema, crisis o bloqueos.

El presidente y la coordinadora de la asociación Autismo Ceuta, Javier Expósito y Ana Escalante, han recordado que la ex vicepresidenta Primera de la Asamblea, Rocío Salcedo, impulsó la propuesta y han agradecido tanto al Gobierno local como a la Asociación de Feriantes de Andalucía su “máxima predisposición” al desarrollo de esta jornada, que ha facilitado a decenas de familias disfrutar especialmente de la zona de los 'cacharritos', que de forma habitual es especialmente bulliciosa.

A la propuesta se han sumado también la inmensa mayoría de las casetas hosteleras con el fin de facilitar a ese mismo colectivo de personas muy sensibles a determinados estímulos que también puedan cenar en el Recinto Ferial.

El horario durante el que se ha extendido el 'silencio' en el Real se consensuó para “intentar abarcar tanto a las personas más sensibles con las luces, que han podido acudir a las atracciones a última hora de la tarde, como a las que más afecta el sonido, que tiene la posibilidad de hacerlo ya caída la noche”.

Autismo Ceuta agrupa en la ciudad autónoma a “unas 120 familias” y el TEA es “la discapacidad más diagnosticada” en la ciudad, según han apuntado en declaraciones a los medios Expósito y Escalante, que ha recordado que se trata de un trastorno que afecta a “un 1%” de los niños, según las ratios nacionales.

“Sin esta iniciativa muchas familias no hubiesen podido bajar a la Feria o no hubiesen podido permanecer más de una hora en el Real, ya que las personas con esta discapacidad perciben el ruido con mucha más intensidad, como si llevasen su propio 'altavoz' interno”, han apuntado.