Finiquitada la temporada de salazones toca echar la vista atrás y ver lo realizado en pro de salvaguardar ese tesoro gastronómico local que son los salazones artesanos. Eso ha hecho este viernes Salazones de Ceuta, el proyecto social arrancado por José Manuel Pérez Rivera y Keke Raggio meses atrás, pero también miran al presente y al futuro y eso han hecho al firmar un convenio de colaboración con Alta Cocina Julián Muñoz, que se convierte así en el primer patrocinador estable de la organización.

El convenio se va a traducir en la cesión de uno de los espacios con los que la tienda de diseño y fabricación de muebles cuenta en su sede del muelle de poniente para que el chef del proyecto salazones, Mario Silva, ponga su talento en la creación de material de video con el que seguir promocionando la cocina local y el producto salazones. Lo hacen contando también con el apoyo de la marca de electrodomésticos Neff.

Julián Muñoz se ha mostrado “orgulloso” de contribuir con su granito de arena a empujar un proyecto “bonito” que busca salvar ese patrimonio de todos los ceutíes que son los maestros salazoneros.

Julián Muñoz y Salazones de Ceuta y Mario Silva unirán fuerzas de nuevo el próximo fin de semana en los salones del hotel Tryp durante la feria Ceuta Celebra, donde realizarán un show cooking con el cheff preparando comida en directo.

A Salazones de Ceuta le queda además mirando atrás el orgullo de llegar hasta la final en los premios de Destinos Gastronómicos organizados por la Secretaria de Estado de Turismo y el “poner a Ceuta en el mapa de los destinos gastronómicos del país”.

Hacia delante, además del mar de posibilidades que le abre el espacio de Julián Muñoz, el domingo 22 de noviembre, la organización realizará la entrega de los premios que ha dado en denominar ‘Oscars del Salazón’. Se trata de una gala en la que se entregarán los premios a los ganadores del concurso de tapas con salazón que han servido para promocionar el producto local más artesano en las barras de Ceuta durante todo el pasado verano.

Una gala que premiará las mejores tapas, pero que servirá en cualquier caso para agradecer la implicación de los hosteleros locales, alma de este movimiento que se ha iniciado para poner en el sitio que se merece un producto tan artesanal e idiosincrático como son los salazones locales.

Un producto al que se le podría abrir todo un continente de posibilidades si como se pretende prospera la idea de que Ceuta pueda vender productos pesqueros en la Unión Europea.