Como cada uno de noviembre además de echarse al monte o la playa ‘mochila’ al hombro, toca también pasar por el cementerio para acordarse de los seres queridos que ya no están. Y en el caso del presidente del Gobierno de la Ciudad, Juan Vivas, toca también repasar cuál es el estado del camposanto. Vivas que ha acudido este miércoles a la misa de difuntos en Santa Catalina, ha anunciado que el cementerio tiene nichos disponibles para cubrir la demanda prevista para los dos próximos años.

Pero para poder llegar a esa afirmación ha hecho falta un esfuerzo en inversión y actuaciones en Santa Catalina en los dos últimos años. Objetivos planteados por la administración local que Vivas ha dado por cumplidos este miércoles y que los ha estructurado en cuatro: la eliminación de los nichos en ruina, la creación de nuevos espacios para la sepultura, el adecentamiento general del cementerio y sus zonas aledañas y la transformación del antiguo vertedero de Santa Catalina en parque público.

Desde el año 2009, el Gobierno de la Ciudad ha llevado a cabo una política que ha demolido unos 1.500 nichos “que se encontraban en ruina”, según ha explicado el propio Vivas. “Ahora no hay ningún nicho, ni galería, que esté calificado en estado de ruina, aunque también somos conscientes que hay unos 300 que en fecha breve puedan entrar dentro de esta calificación. Si es así procuraremos acometer las correspondientes obras.

Y esas demoliciones han ayudado a lograr el segundo de los objetivos planteados por el Ejecutivo local, “ampliar la cobertura de disponibilidades en nuevos nichos”, en palabras de Vivas. “Desde 2009 hasta ahora han sido 500 los nuevos nichos que se han construido, lo cual ha permitido atender la demanda a lo largo de todos estos años. Se producen al año unos 200 enterramientos, con lo cual teniendo en cuenta que estos 500 nuevos nichos hacen que ahora haya una disponibilidad de nichos vacíos de unos 400. Tenemos dos años de cobertura en cuanto a las necesidades que surjan en estos dos próximos años; y en el plan está seguir la línea de construir nuevos nichos conforme vayamos quitando los 300 nichos que no están en ruina, pero que pueden que lo estén en breves fechas”, ha explicado el presidente en la misma puerta del cementerio.

Los otros dos objetivos planteados pasaban por adecentar el propio camposanto y su entorno. “Se ha conseguido de manera razonable y satisfactoria”, ha sentenciado Vivas. Se ha pintado la instalación tanto por fuera como por dentro, se ha renovado el mobiliario, mejorado el estado de las calles interiores, se ha remodelado la capilla y hasta se han reformado las oficinas.

Y como colofón a esa labor de adecentamiento llegará el parque urbano de Santa Catalina con el sellado previo del antiguo vertedero, “que impacta de una manera notable en el estado general del cementerio”, ha explicado Vivas.

Una vez terminado el sellado el Gobierno va a por la segunda parte del proyecto la generación de una zona verde en ese espacio, “un nuevo equipamiento de gran entidad para toda Ceuta”, con una superficie de 60.000 metros cuadrados de zona verde. “Un gran espacio que tendrá por finalidad atender demanda de esparcimiento, de recreo, de contemplación de la vista panorámica y de contacto con la naturaleza; un gran desahogo para Ceuta desde el punto de vista medioambiental y un gran avance que tendrá un impacto positivo en el Cementerio”, ha explicado Vivas.

Para el presidente “todos estos esfuerzos están plenamente justificados” si se trata de mantener en buen estado una instalación construida a mediados del siglo XIX y que acoge a “un servicio básico” para los ceutíes.

La mañana de este miércoles, 2 de noviembre, ha servido para que el Cementerio acogiera además de la tradicional Misa de Difuntos, que ha oficiado el vicario de Ceuta, Francisco Correro Tocón acompañado de un importante número de sacerdotes, para que el Ejército y la Guardia Civil rindieran homenaje a sus caídos en actos que se han llevado a cabo con anterioridad a la tradicional misa. La Comandancia General ha rendido también homenaje, como viene siendo habitual, al comandante Ramón Jáudenes, momento que recoge la imagen.