"Si somos neutrales nos ponemos del lado de los opresores y no ayudamos en nada a Palestina"

Un hospital a punto de ser bombardeado con 17 niños enfermos graves dentro, entre ellos 16 en coma, y Cruz Roja negando a Unadikum y a la dirección del centro sanitario pedir más tiempo a las tropas isralíes para proceder a una evacuación. También se negó a trasladar sus ambulancias para rescatarlos “porque era peligroso”. Una actitud que ha denunciado la asociación a la comunidad internacional “por colaboración con la entidad criminal israelí”. Su presidente, José Manuel Pineda, estaba allí en ese momento. También la diputada por ICV en el Parlamento catalán, Sara Mercé Vilà. Este jueves han volcado su testimonio en una acogida conferencia en el IES Siete Colinas invitados por Caballas.

“Israel está acostumbrada a hacer lo que quiera, sin tener ninguna represalia, ningún tipo de sanción por parte de la comunidad internacional, y eso le está haciendo cruzar todas las líneas rojas que no se deben traspasar”, arremete José Manuel Pineda ante los últimos acontecimientos en el conflicto palestino-israelí.

Una de las labores de la asociación Unadikum consiste en ponerse de ‘escudo humano’ ante los campesinos y pescadores, que van a hacer su trabajo diario, para disuadir al ejército israelí de tirotearlos. Una manera de rebelarse que de lo contrario supondría “un escándalo a nivel internacional”

“Somos activistas políticos, no somos una ONG convencional de ayuda humanitaria sino que nosotros denunciamos y nos comprometemos con el pueblo palestino constantemente, llamamos a la movilización social e informamos de primera mano a los medios”, explica la diputada catalana. A su vez, anuncia que es en los periodos en los que no hay una guerra directa “lo realmente preocupante”, ya que es cuando los medios de comunicación dirigen su foco de atención hacia otro lado. “Es entonces cuando tenemos que estar informando sobre lo que está pasando, porque en ese periodo sigue habiendo violencias, muertes y atentados”, aclara.

'No más complicidad con Israel'

Un aspecto que se ha sumado a su boicot es el que guarda relación con la campaña catalana ‘No más complicidad con Israel’. Ésta surgió cuando el gobierno de Artur Mas y empresarios catalanes firmaron en noviembre del 2012 convenios académicos y proyectos culturales en universidades que investigan en inteligencia militar para Israel. “Mas buscaba inversiones para Cataluña y al peor aliado internacional. El gobierno no ha escuchado a la demanda ciudadana que es que se defiendan los derechos humanos del pueblo palestino”. Ante aplausos y exclamaciones de ovación entre la comunidad árabe que representa la mayor parte del público, Vilà recuerda la moción que presentaron para pedir explicaciones con transparencias de en qué se basaba esa relación aliada y que se cortara. “Siento vergüenza de mi propio gobierno por esta actitud criminal”, clama.

“¿Por qué Israel busca aliados y compra el silencio internacional? Lo que están haciendo las democracias occidentales es ayudar con su silencio y complicidad a la masacre que está cometiendo Israel.” Por ello es por lo que hacen referencia a que se debe “denunciar que mientras nuestro gobierno mantenga relaciones con Israel, tendrá las manos llenas de sangre de los niños palestinos. En ese mensaje es donde ha radicado en esencia la fuerza del discurso de la conferencia en lo que se ha considerado que todo el conflicto comenzó como excusa de la acusación de Hamas como grupo terrorista, además de reiterar que no se trata de una lucha entre religiones. “Con estas manos he sacado a decenas de ‘terroristas’ de pocos meses de entre los escombros de sus casas. Unas 40 familias enteras han sido destruidas”, denuncia Pineda.

Al mismo tiempo, la diputada ha criticado a las organizaciones no gubernamentales de ayuda humanitaria, no solo por lo ocurrido por una organización cuyo cometido está en ayudar a la población civil en un conflicto bélico, especialmente en asuntos sanitarios, como es Cruz Roja. En general las considera “oportunas” por representar al discurso institucional. Además, en un sentido pragmático, opina que “la ayuda humanitaria está muy bien, pero creemos que la solución a este conflicto es activista y político y rechazamos la neutralidad porque esta situación siempre ha sido injusta. Si nos posicionamos desde el punto de vista neutral, nos ponemos del lado de los opresores y no ayudamos en nada al pueblo palestino”, valora.

Ciudades que son “alfombras de escombros”

Bombardeo de ambulancias, hospitales, colegios y “hay ciudades que han dejado de existir; ahora son alfombras de escombros”, destruidas por completo. Un hecho en lo que el malagueño ha repugnado la respuesta del ejército israelí al mostrar en fotografías en su página web de cómo estaba la ciudad antes a cómo ha quedado tras los bombardeos continuados. “Ellos alardean de ello, están orgullosos de asesinar al pueblo palestino”, incrimina el presidente de la asociación, José Manuel Pineda.

Familias destrozadas, mujeres que calcinaron en un geriátrico al igual que a niños discapacitados en un colegio, como el suceso del colegio de la ONU donde murieron miles de refugiados y la entidad ni siquiera reclamó. “Eso es lo que está haciendo Israel contra un pueblo que lo único que quiere es vivir en sus tierras”, enuncia.

Antes de comenzar su discurso, muestra un vídeo sobre uno de los tantos bombardeos que suponen actualmente el día a día para los palestinos. En ellas aparecen dos hombres sujetando a un menor mutilado. Pineda narra su experiencia vivida entre la tragedia y dificultades que se encontró en tierras palestinas. Unadikum trata de reflejar aquello a lo que los medios convencionales no llegan, algo sobre lo que también se manifiesta en contra por su posicionamiento neutral debido a intereses empresariales. Documenta su testimonio con vídeos y fotografías.

Con la Red Eléctrica también derrumbada, sin comunicaciones y con bloqueo fronterizo, comenta que sólo era consciente de lo que ocurría a su alrededor ya que, en ocasiones apenas podía enterarse de todo lo que estaba aconteciendo en Gaza. Hospitales “con el stock de medicinas a 0” y sin poder funcionar con generadores por escasez de carburantes, salvo escuetas horas diarias, “teniendo que realizar operaciones con la luz de un teléfono móvil”. “Son 53 muertos en las últimas 36 horas, la mayoría niños”, continúa en su intención de contextualizar a la audiencia en perspectiva.

Quinta columna israelí

En cuanto a la actitud aludida de Cruz Roja, explica con todo detalle su historia. Todo empezó cuando una semana antes Israel avisó de que iba a bombardear el hospital en el que se situaban unas 50 personas, de entre ellos 17 niños y 16 de ellos en coma. Fue entonces cuando Pineda, junto a otros cinco activistas y otros tres no activistas, comenzaron a comunicarle a través de ruedas de prensa y correo electrónico, que ellos se encontrarían en el interior del centro para evitar el bombardeo. Al noveno día de permanecer allí, una llamada de teléfono a las 20:45 los alertó de que iban a ser bombardeados. En ese momento se evacuaron a los 33 que estaban en mejores condiciones y solicitaron a Cruz Roja que llamaran a Israel para que les concedieran más tiempo para el traslado.

“La respuesta de Cruz Roja fue que habíamos tenido una semana para evacuarlos, que ya no había tiempo para más, proclamándose defensora de ese bando”. Ante ello, al contar con solo dos ambulancias, le solicitaron más, a lo que también se negaron “porque era peligroso”. Finalmente lanzaron nueve misiles. “La Dirección del Hospital ha iniciado trámites para llevar a la Cruz Roja al Tribunal Penal Institucional por considerarla una quinta columna israelí”, señala.

En recordatorio al bloqueo fronterizo existente, reconoce que nada de lo que se envíe a Palestina como ayuda humanitaria va a poder llegar a buen puerto. En especial, menciona a las medicinas por la campaña puesta en marcha por la ciudad. “Esas medicinas no van a llegar a Gaza, entrarán cuando en Gaza haya un gobierno que Egipto e Israel consideren aceptable”, lamenta.

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