OCIO ALTERNATIVO

El verano devuelve un poco de normalidad a los usuarios de PROI

El verano devuelve un poco de normalidad a los usuarios de PROI
Un usuario de PROI, acompañado de dos monitores, en el Parque Marítimo
Un usuario de PROI, acompañado de dos monitores, en el Parque Marítimo
Tras más de un año y medio de pandemia, la asociación de ocio alternativo para personas con parálisis cerebral o grave discapacidad motriz recupera las actividades estivales con normalidad para gozo de los usuarios.

Fatima no pierde la sonrisa pese a la tiritona que le ha dado al salir de su primer baño en las frías piscinas del Parque Marítimo del Mediterráneo. Y así y todo solo quiere volver al agua, donde están todavía sus compañeros, acompañados por monitores, disfrutando por fin de un baño de sol y agua en el parque. 

Fatima es una de las usuarias del Programa de ocio alternativo PROI para chavales y chavalas con parálisis cerebral o grave discapacidad motriz. Hoy han venido al Parque Marítimo a darse un chapuzón y pasar el día con sus amigos. Todo un acontecimiento para ellos tras más de un año y medio de pandemia en el que sus ya reducidas posibilidades de ocio diversión se han reducido un poco más de lo que ya estaban.

“Las actividades en espacios cerrados han sido muy limitadas —explica una de las monitores de PROI que acompañan a los chicos— los talleres de pintura los hemos hecho super reducidos en la Facultad, que nos han permitido usar el aula de música, que es enorme, eran grupos de tres y luego de cuatro, pero otros talleres, como el de fotografía no los hemos podido hacer, solo hemos hecho uno hace poco ya que la Asociación Fotográfica Miradas no lleva a cabo actividades por la pandemia. Las de ocio al aire libre se siguen manteniendo, eso sí, en grupos muy reducidos y con muchas precauciones y ahora sí estamos aprovechando el verano, la playa el parque marítimo y sobre todo paseos, además este es el programable más disfrutan”.

Y si usted se ha sentido limitado, atrapado, agobiado en esta pandemia, imagínese ellos. Y también les ha pasado factura. “Llegó un punto en el que estaban muy agobiados, llevábamos a cabo sesiones telemáticas solo para charlar, para que se desahogaran y muchas veces acababa en llanto, nos decían que necesitaban salir, por eso tratamos de salir algo, hicimos paseos, pero al principio teníamos todos mucho miedo y ahora, la verdad, parece que ha vuelto la normalidad”.

La llegada del verano ha permitido retomar muchas actividades al aire libre, l que ha dado vida a estos chavales, atrapados en su vida diaria pero que ahora pueden al menos volver a disfrutar el sol. “El programa de actividades de verano es casi normal, como el de otros años, realmente mantenemos ese miedo, quieras o no es un colectivo muy frágil”, explica sin poder terminar de explicarlo. Fatima ya no espera más. Quiere volver al agua. 

El verano devuelve un poco de normalidad a los usuarios de PROI


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