Búscome ha lamentado este lunes “las condiciones en las que se encuentra el Centro Asesor de la Mujer” puesto que “más que un centro y espacio para orientar, atender e interactuar, parece un lugar de oficinas abandonadas que no cumple con las expectativas para las que se construyó. El hecho de estar en obras no es excusa para dar un aspecto de abandono”, ha matizado la entidad.

“Este centro se construyó para concentrar todos los talleres que estaban distribuidos por Ceuta, aumentarlos y ampliar su horario, y ha pasado de hacer el amago del intento a terminar pasando todo lo contrario, es decir, a cerrarlos. No sólo se han reducido los mismos y han acabado destruyendo las sesiones de la tarde sino que, lo que era un proyecto de auténtico Instituto de la Mujer, ha pasado a ser un lugar vacío”, ha censurado Búscome.

“Es una lástima que así gaste e invierta Ceuta en políticas de igualdad. Las usuarias no sólo se quejan del servicio que se presta allí. El espacio está mal aprovechado, puesto que no hablamos exclusivamente de la no disposición para hacer los talleres, sino del servicio multidisciplinar que se supone que tiene que existir y luego no es del todo real, no por culpa del personal de allí, sino por la gestión política. Ceuta cumple todos los requisitos para ser un referente en igualdad, tiene las instalaciones y el profesional”, ha continuado evidenciando las deficiencias la entidad que encabeza Sandra López.

Además, según Búscome, “las condiciones exteriores del Centro Asesor de la Mujer pueden hacer peligrar al alumnado del colegio Ortega y Gasset o a los de la barriada de allí. En el propio CAM existe un parque infantil al que ahora es imposible ir por estar rodeado de grandes agujeros en el suelo, que no están ni siquiera tapados”.

Siguiendo en esta línea, Búscome lamenta que “ aun habiendo una partida para ello, y tal como dice la Ley de Igualdad, los Presupuestos no se hayan analizado desde una perspectiva de género”. Para ello “nada más que hubiera hecho falta identificar los objetivos en materia de igualdad que son de aplicación a cada programa que tiene Ceuta, realizar un diagnóstico de las desigualdades que puedan existir en cada uno de los objetivos propuestos por el Gobierno, y valorar el impacto de género, es decir, calificar los resultados previstos en función de su incidencia sobre la eliminación de las desigualdades”.