Los dos embalses de Ceuta están al borde de su capacidad. Según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la ciudad autónoma dispone de 1,99 millones de metros cúbicos, lo que supone un 87,3 por ciento de los 2,28 millones de metros cúbicos de capacidad máxima de que dispone los pantanos del Infierno y Renegado, o lo que es lo mismo, el 87,32 de las reservas.

Una situación que contrasta con la alarmante situación de los pantanos al otro lado del estrecho y que permite a Ceuta afrontar sin angustias un verano presumiblemente tórrido y seco. Un panorama que, además, contrasta con la situación de los pantanos hace un y, sobre todo, dos años.  Hace solo un año, en verano de 2016, el pantano del Renegado. Tenía apenas 290.967 metros cúbicos, lo que suponía apenas  17,7 por ciento de su capacidad, mientras que en el Infierno se registraban  484.539 metros cúbicos, lo que supone casi tres cuartas partes de su capacidad, un 74,06 por ciento. Entre ambos embalses sumaban 775.506 metros cúbicos, apenas un 33,8 por ciento del total de la capacidad de la suma de ambos embalses. Panorama similar al de dos años antes, en verano de 2015, cuando ambos pantanos estaban al 61,68 por ciento de su capacidad.