Según UDCE-IU "a menos de 24 horas de la visita de la Ministra de Medioambiente, el Gobierno de la Ciudad aún desconoce el tipo de planta de tratamiento de residuos sólidos que desea que se instale en Ceuta, pero, curiosamente, sí tiene claro que sea el Estado el que desembolse el coste de la misma". Una actitud que según la formación localista denota un interés basado exclusivamente en seguir “chupando de las arcas estatales, donde el interés medioambiental pasa a un segundo plano".

Para UDCE-IU este es un capítulo más de la política "espontánea y a impulsos que está gobernando en el Área de Medioambiente de la Ciudad, la cual demuestra carecer de proyectos, y que a su vez, se está convirtiendo en una de las áreas más derrochadoras del Gobierno de Juan Vivas con una previsión de gasto para el ejercicio 2009 de más de 51 millones de euros. Prueba de ello, es el desmesurado coste de uno de los contratos más desorbitados e injustificados que mantiene el actual Gobierno, y es el de URBASER con más de 15 millones de €".

La formación liderada por Mohamed Alí, vueleve a sacar a colación el tema de los contenedores, "sin embargo, de otro lado, este Gobierno, es capaz de negar a la ciudadanía la colocación de contenedores de recogida de residuos selectiva (vidrio, cartones, pilas, etc.) argumentando no disponer de fondos para la adquisición de los mismos, e incluso pretender que sea una empresa privada la que haga de mecenas y adquiera para la Ciudad estos contenedores·

UDCE-IU pide a la Ciudad el mismo civismo que esta pide a los ciudadnos.  "del mismo modo que la Consejería de Medioambiente pide 'civismo' a la ciudadanía, ellos le piden a ésta responsabilidad, planificación y una gestión óptima y rigurosa de los recursos económicos, materiales y humanos de la Ciudad. Ello implica una relación leal con el Minisiterio y por ende con los ceutíes, quienes reclaman un proyecto adecuado y limpio en lo que se refiere a la planta de tratamiento de residuos, dado que, esta actitud esquiva y no clara, puedo inducir a dos interpretaciones; una donde se deduce que la Ciudad no sabe qué tipo de planta quiere pero sí quiere el dinero destinado a ella, y otra, donde se deduce que la ciudad tiene un proyecto de planta no acorde a los deseos de la ciudadanía y de ahí este extraño ocultismo".