La lluvia de primavera deja, con el paso de los meses y los rigores estivales, montes cubiertos de vegetación, de combustible fino, muy peligroso para la generación de incendios forestales. Lo temen en la Consejería de Medio Ambiente.

El área que dirige Fernando Ramos está calibrado la conveniencia de elaborar un Plan de Prevención específico, para lo que baraja contar con el apoyo de Tragsatec, que tiene en este ámbito su sector de especialización tradicional.

La Ciudad coordina cada año en los meses de enero a mayo y noviembre a diciembre trabajos forestales para la prevención de incendios con la eliminación del arbolado muerto, desbroces de los márgenes de carretera y mantenimiento de los cortafuegos. Durante todo el verano se activa un dispositivo compuesto por 9 miembros de la Brigada Forestal de Obimasa operativo de lunes a domingo en turnos de mañana y tarde coordinado por un técnico y reforzada por el guarda forestal.

El consejero ya ha acelerado durante las últimas semanas los trámites para la cobertura de una plaza de conservador y de dos de ayudante en medio forestal mediante la promoción interna (tal y como establece el articulo 31 del Convenio Colectivo de OBIMASA) y el sistema de concurso-oposición al considerarlo “fundamental” por su relación “con la detección temprana y la prevención de incendios forestales”.

La red de cámaras de videovigilancia que instará la Ciudad por toda Ceuta destinará una parte a la detección de incendios forestales. En concreto se prevé disponer de un sistema de detección térmica de fuegos desde cuatro puestos de vigilancia pero ese despliegue todavía no estará listo para los meses más calurosos de este año.