Eduardo González, director de la oficina del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, es uno de los responsables de estas jornadas y el encargado de marcar los retos del cambio climático, “como enfocarlos, como diseñar políticas para incentivar proyectos más sostenibles en entornos como el de esta ciudad”. Una ciudad son industria pero no por ello libre del efecto del cambio climático. “Debemos irnos a otro tipo de movilidad, abandonar el coche propio en beneficio del transporte colectivo, usar medios blandos, en ciudades como esta es muy agradable caminar o usar la bicicleta, es la evolución que todas las ciudades están tomando”.
Una evolución que en el caso de Ceuta ha de compartir con un entorno fronterizo, las políticas deben plantearse a ambos lados de la frontera. “Ceuta debe ser motor de conducta en su área de influencia”, augura Emilio Carreira, consejero de Medio Ambiente que ha repasado algunos de los hitos medioambientales de Ceuta que, según afirma, ahora cuenta con gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), con una depuradora de aguas residuales o una desaladora, instalaciones impensables hace 25 años.
Carreira ha ironizado con que la ciudad deba invertir en una economía baja en carbono, una de las condiciones que se ponen a las regiones desarrolladas, algo que Ceuta es sólo “por el efecto estadístico”, recuerda. Así y todo anima a los empresarios a sumarse a estas iniciativas sostenibles, porque “es muy rentable” y una oportunidad para la economía del futuro.