La primavera se acerca. Se ve en el cielo azul, se huele su aroma en el campo y se escucha cada noche. Bien lo saben los vecinos del Sarchal. Cada atardecer, desde que ha empezado a sentirse el aumento de las temperaturas, los vecinos de esta barriada asisten —seguramente a su pesar en muchos casos— al recital de un inmenso coro de ranas. Es la ranita meridional, una de las dos especies, junto a la rana común norteafricana, que habitan en Ceuta.

“Son ranitas meridionales (Hyla meridionalis) Son pequeñas pero los machos croan con fuerza y pueden oírse a distancia. Dentro de un mes dejarán de oírse”, explica Saúl Yubero, miembro del Instituto de Estudios Ceutíes. Pequeñíta, apenas cinco centímetros, de un verde vibrante, esta ranita es una de las joyas de la biodiversidad de Ceuta. Y está en su momento álgido del año.

Las ranas, salvo las especies tropicales a las que les vale cualquier momento del año, esperan las temperaturas más cálidas de la primavera y el verano antes de aparearse. Lo que escuchan los vecinos del Sarchal es lo que los herpetólogos —rama de la zoología que se encarga del estudio de los anfibios y reptiles— denominan de un modo más bien aséptico vocalizaciones. 

Eso es lo que escuchan cada noche los vecinos de esta barriada. Lo que no ven es el resto: el apareamiento. Las ranas tienen fertilización externa, lo cual significa que los huevos deben ser liberados para que el macho los fertilice. El macho se ubica sobre la hembra y la sostiene con sus patas, con el objetivo de estimular el desove de los huevos en una posición que tiene el nombre técnico de “amplexo".

La 'Hyla meridionalis' es un anfibio protegido que se encuentra incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial,. Todos los herpetos (reptiles y anfibios) lo están, aclara Yubero. Se trata de una especie mediterránea (puede encontrarse en Italia, Francia, España y Portugal) que se ha visto especialmente afectada por la destrucción de su hábitat con la desecación de charcas, la contaminación y la sobreexplotación de acuíferos.

Los expertos han certificado su desaparición en la Región de Murcia y la Ciudad Autónoma de Melilla y su retroceso en el sureste español y norte de África.  Un proyecto de investigación que, durante dos años desarrollaron 130 voluntarios de 17 entidades en nueve provincias y siete comunidades/ciudades autónomas, de dos países diferentes (España y Marruecos) han certificado este declive. Lo que da aun más valor a la serenata que cada noche escucharán durante un mes los vecinos del Sarchal.