Uno de los dos está llamado a reinar todo el verano: el siempre pegajoso viento de levante, húmedo y a veces impetuoso, o el cristalino , fresco y no menos impetuoso viento de poniente. Como las brujas del Este y del Oeste del país de Oz, estos dos vientos se disputan el Estrecho y mantienen el equilibrio de fuerzas, como el Yin y el Yang de la Rosa de los Vientos a este lado del mundo. 

Y la batalla final por el reinado estival está a punto de librarse. Cuenta la tradición caballa que la Noche de San Juan es el escenario de esa batalla decisiva. El viento que domine en la noche más corta del año será el que domine todo el verano. A 48 horas de la noche de San Juan —que este año no tendrá hogueras que la iluminen  e incluso la Policía velará porque nadie acceda a las playas para evitar aglomeraciones— las predicciones meteorológicas ya permiten hacerse una idea de cómo estará el Estrecho esa noche. 

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), un viento suave del Noreste será quien lleve la batuta en en el solsticio; para eltiempo.es, otra de las webs de referencia en España, en la medianoche del 23 al 24 d junio soplará una suave brisa de levante, muy suave, con velocidades en torno a los 10 km/h.Y según Windguru, la web preferida de quienes practican deportes de vela y que ofrece predicciones especialmente precisas, augura que en la Noche de San Juan el viento soplará de componente este con intervalos de sureste. Aunque las tres predicciones discrepan ligeramente, una cosa parece clara: en la noche de San soplará levante suave y así estará todo el día, aunque el 25 empezará a rolar para soplar de poniente todo el fin de semana.

En cualquier caso, sea el viento que sea el que termine dominando el Estrecho, ha de saber que, este verano, tendrá que compartir protagonismo en las playas con el coronavirus COVID-19.