A amor y fortuna, resistencia ninguna. El refranero está plagado de referencias y el Gobierno de Ceuta está 'enamorado' de Tragsa, que ya es su "medio propio" porque tiene una acción, según repite constantemente, y que hace lo que se le manda sin "farragosas" licitaciones y "a precios tasados". A su empresa preferida le va a encomendar de aquí a 2019 obras por 45 millones, los proyectos que se quieren "anticipar" porque en ellos hay un "interés" especial, no político ni partidista, ha dejado claro este viernes Hachuel, sino ciudadano.

Tragsa es la niña de los ojos del Ejecutivo local y al portavoz gubernamental le parece que algunas inquietudes sobre su desempeño solo alimentan la "demonización" de esas encomiendas de gestión, como la de la Gran Vía y su entorno.

En rueda de prensa, Hachuel ha negado hasta la evidencia de que, al menos en ciertos casos, trabajar con Tragsa cuesta más, ni mucho ni poco, según cómo y quién mire, que convocar concursos. "Los precios de Tragsa son tasados y no somos ni mucho menos la única Administración que recurre a ella como medio propio", ha argumentado tras recordar que Ceuta tiene mucha experiencia en obras que se han quedado empantanadas al hilo de bajas temerarias y otros sucesos con las adjudicatarias de obras concedidas por la propia Ciudad.

El consejero ha descartado pensar siquiera en cuánto cuesta no la "prisa", término inaceptable por malicioso, sino la voluntad de acometer determinados proyectos con más celeridad. Donde hay amor, no hay pecado. El Gobierno no contempla siquiera que existan sobrecostes y, por lo tanto, tampoco parece ni ocupado ni preocupado por qué hacer cuando, como ya ha sucedido en la encomienda de limpieza, Tragsa cobra 127.000 euros a la Administración por los trabajos verticales y después, subcontratando, consigue que ese trabajo solo le cueste 85.000 euros, un 33% de beneficio limpio directo.

Tampoco tiene responsabilidad Tragsa, según las explicaciones del también consejero de Gobernación, en que hasta ahora no haya demostrado precisamente celeridad para cumplir los plazos en varios casos. Un ejemplo, la rehabilitación de la antigua sede de la UNED. Otro, el refuerzo del talud de Alcalá del Valle sobre el solar de Las Heras.

Otro, más palmario, el simple acondicionamiento de una parcela para aparcar 'coches-patera' de porteadores en Loma Colmenar. El trabajo parecía sencillo e iba a estar terminado en septiembre, un mes de plazo de ejecución, pero ni en octubre ni en noviembre ni en diciembre, aunque el solar se empezará a usarse ya sin asfaltado. Amgevicesa está seleccionando personal "a través del SEPE" para que se encargue de "ordenar y vigilar" los vehículos que allí se deriven desde la carretera nacional.

Tras la experiencia judicializada del verano, cuando Tragsa se hizo con medio centenar de peones sin oferta pública alguna, la empresa se ha comprometido a seleccionar también, vía SEPE o Infojobs, a los 350 trabajadores que, se estima, tendrá que contratar en Ceuta. A la espera de que empiece, ha sacado a licitación por 50.000 euros el servicio de alojamiento para los trabajadores que traiga de la península hasta marzo.