Con los ojos de toda España y buena parte del resto del mundo puestos en Ceuta por la crisis migratoria desatada por Marruecos el pasado lunes, el presidente de Vox, Santiago Abascal, no parece dispuesto a dejar perder ni una gota de gasolina a favor de su partido aunque haya que quemar la ciudad autónoma y el Gobierno de Andalucía.

El próximo lunes volverá a la ciudad en menos de siete días para "poner a las ciudades autónomas y sus fronteras en el centro de la agenda política, especialmente tras la invasión sufrida por Ceuta y promovida por el país vecino", con un mitin a las 20.00 horas en la Plaza de los Reyes.

Después de denigrar, una vez más, desde la Plaza de África en un mitin clandestino (sólo se informó de su celebración a los medios afines), a los "quintacolumnistas que viven entre nosotros y no defienden los intereses de nuestra patria", Abascal volverá a Ceuta con más celeridad que nunca para, si hace falta, convertir a la ciudad en una pira que le ilumine ante el resto de España como salvador de la patria.

La formación ultraderechista, que se ha desmarcado de la unidad frente al desafío marroquí y ha anunciado que dejará de apoyar al Gobierno andaluz del PP y Ciudadanos por auxiliar a Ceuta con la acogida de 13, 13, niños migrantes solos que ya tutelaba la administración local, como todas las demás autonomías de España, traerá junto a su líder al presidente de Vox en Andalucía, Macario Valpuesta, y aprovechará para celebrar aquí la II Interparlamentaria de VOX Andalucía-Ceuta para, dicen, "reforzar los lazos de unión entre ambas orillas del Estrecho en un momento crucial para la ciudad".

Será el martes y con el objetivo de que los representantes de Vox Andalucía, por si no los saben, "conozcan de primera mano los problemas surgidos a raíz de la invasión de miles de marroquíes". Además, "se abordarán el resto de déficits estructurales de las ciudades autónomas para concretar iniciativas parlamentarias a todos los niveles, desde las autonomías hasta el Congreso y el Senado, para sentar las bases, no sólo de la protección de las fronteras, sino de políticas económicas, fiscales y sociales con las que mejorar la vida de ceutíes y melillenses".