El presidente Vivas mantendrá el jueves una ajetreada agenda de trabajo en Madrid. Por un lado se reunirá con Rajoy, que ha convocado a todos los presidentes regionales y por otro mantendrá un encuentro institucional con Imbroda para trabajar en las demandas conjuntas que plantearán al nuevo Gobierno las dos Ciudades Autónomas.

En esas reivindicaciones, Vivas ha mostrado su convencimiento de encontrar la comprensión y el apoyo del nuevo Ejecutivo central por mal que estén los tiempos y aguda que sea la crisis. “Yo no quiero tampoco hacer de antemano un pronunciamiento categórico al respecto porque también es verdad que hay que esperar a conocer cuál es la verdadera situación en la que se encuentran las cuentas públicas del Estado para poder cumplir con ese objetivo de déficit, de disciplina presupuestaria que es fundamental, no sólo para cumplir con lo que ya es un mandato constitucional sino para obtener esa respuesta que se espera de apoyo por parte de la Unión Europea y del Banco Central Europeo. No se sabe”, ha explicado Vivas.

Pero a pesar de las incertidumbres el presidente se ha mostrado optimista y convencido de que las demandas que pondrán encima de la mesa Ceuta y Melilla saldrán adelante. Su optimismo se basa en el convencimiento de que “las cuestiones que nuestras dos ciudades plantean son cuestiones que forman parte del ámbito de lo esencial y del ámbito de lo fundamental, por tanto son cuestiones que hay que preservar respecto de cualquier política de sacrificio que haya que llevar en relación con el comportamiento del gasto público”, ha aclarado Vivas.

Nada de lo que piden Ceuta y Melilla entiende Vivas que es “aplazable”, más bien se trata de “urgencias y cuestiones fundamentales”.

Esas cuestiones pasan por que el Estado aporte más recursos financieros a algunas cuestiones. En concreto el Ejecutivo de Vivas quiere revertir la política de subvenciones a la gestión del agua y devolverla a los tiempos en los que el PP ya ocupó Moncloa. Esto es que el Estado sufrague el 90 por ciento del coste del ciclo del agua, producción, mantenimiento, depuración y suministro. En la actualidad, el Ejecutivo de Zapatero cambió la decisión y convirtió esa ayuda a la gestión del agua en una ayuda a la inversión, que el Gobierno de Vivas entiende menos rentable para las arcas públicas.

“Nosotros planteamos que haya una intensificación en los recursos que la ciudad recibe en políticas activas de empleo”, ha zanjado Vivas.

Y lo mismo que en el empleo en la educación. Basada en la eliminación de la duplicidad de esfuerzos y de gastos. Y como no, los Menores Extranjeros No Acompañados, viejo quebradero de cabeza desde la primera legislatura de Zapatero. El Ejecutivo espera obtener ahora más apoyo para esta cuestión “que depende básicamente en cuanto al nivel y la exigencia del gasto de la presión migratoria porque está vinculada al hecho fronterizo de forma clara”. El objetivo es que el Estado se haga cargo del coste del servicio, de la atención a los MENA.

Y por último, Vivas ha aludido a la puesta en marcha de políticas que contribuyan a “potenciar los ingresos propios sin que eso repercuta, que fórmulas hay, en la presión fiscal a las familias y a las empresas”.

Si bien Vivas es consciente que estas demandas de Ceuta y Melilla llegan en un momento en donde lo prioritario es cumplir con los prestamistas que pusieron el dinero en los tiempos de bonanza para permitir el crecimiento.

Reunión con Rajoy

Y en esa línea de sacar al país de la crisis entiende el presidente que va la reunión “importante” que ha convocado Rajoy. Se trata de cumplir con los objetivos del déficit, de generar confianza y lograr más apoyo por parte de la Unión Europea y del Banco Central Europeo.

Según ha explicado Vivas este martes, Rajoy “está tocando los aspectos de la reforma laboral, los de la reforma financiera y eso se tiene que complementar con otra cuestión fundamental que es tratar con el desenvolvimiento de las Administraciones publicas respecto del cumplimiento de los objetivos de déficit que son absolutamente necesarios para que a Europa pueda hacer una acción conjunta de apoyo a los países que en relación con los tipos de interés de la deuda soberana versus prima de riesgo están teniendo dificultades”.

Dicho de otro modo, no sólo va a ser el Estado el que tenga que apretarse el cinturón y comprometer vía presupuestos el control del déficit público y la solvencia de las arcas públicas, también las administraciones autonómicas.

En ese sentido, Vivas ha podido decir este martes lo que le gustaría poder expresar a muchos otros: “Nosotros no planteamos ningún ajuste porque la Ciudad de Ceuta hasta ahora ha liquidado todos sus presupuestos con superávit y nosotros esperamos liquidar también con superávit el presupuesto de 2011”.

Vivas ha vuelto a defender la solvencia del presupuesto presentado este martes por el Consejero de Hacienda, Francisco Márquez. Ha subrayado las tres ‘ces’ que han inspirado el documento a pesar de la crisis: “La c de calidad en los servicios básicos, la c de cohesión social y la c de compromiso hasta el límite de lo posible con el empleo, la inversión y el desarrollo económico, todo eso en un marco de crisis que creo que nadie duda y que por tanto hacen que sean unos presupuestos también responsables y también prudentes”.

A pesar de ello, el presidente ha reconocido que “la situación actual requiere un ajuste para no recortar políticas fundamentales y esenciales, pero sí renunciar a aquello que en las actuales circunstancias pudiera considerarse prescindible y, yendo un paso más adelante, también procurar mantener un equilibrio presupuestario por la vía de la mejora de los rendimientos, la optimización de los recursos y la vía de la racionalización de los recursos disponibles”.