CONTEXTO

El alumbrado de Ramadán enciende también la carrera electoral

El alumbrado de Ramadán enciende también la carrera electoral
Vivas encendido alumbrado Ramadán 2023
Juan Vivas y varios miembros del Gobierno, durante el encendido del alumbrado ornamental de Ramadán
Al grito de ¡Hipocresía!", un grupo de personas han boicoteado el alumbrado de Ramadán para evidenciar el malestar en la diferencia que han generado en buena parte de la vecindad de la ciudad. Tras ellos, los políticos, parecen haber inaugurado la campaña

Justo dentro de dos meses, el 21 de mayo, se estará cruzando el umbral de la campaña electoral (la oficial, la que se circunscribe a 15 días antes de las urnas) para las Elecciones Autonómicas del 28 de mayo. Los ceutíes eligen ese domingo a sus representantes en la Asamblea de Ceuta para los próximos 4 años. Y si alguien dudaba que la campaña, la precampaña o como quiera llamarse, ya había empezado, esta noche, la del 21 de marzo, no sólo parecen haberse encendido las luces del Ramadán. También se ha pulsado el botón de la campaña. Y justo esas luces, las del Ramadán, están en el origen de todo. 200.000 puntos de luz, 100.000 menos que hace un año y casi 7 veces menos que las pasadas Navidades, iluminan la polémica.

El malestar entre la vecindad musulmana de la ciudad se había venido pulsando en redes sociales y cafetines en los últimos días, toda vez que los arcos decorativos ya eran visibles aún sin encenderse. “Cutre”, lo ha calificado el secretario general de los socialistas. Cuanto menos parece escaso. El acto de alumbrado ha sido boicoteado por un pequeño grupo de personas que han irrumpido poco antes de que el presidente Vivas le diera al botón para señalar, y dotar de fuerza con la imagen pública, lo que gran parte de la comunidad musulmana de la ciudad había venido sintiendo en los últimos días. Faltan luces. “¡Hipocresía!”, gritaban. Hipocresía quizás va a sobrar.

Las cifras parecen no resistir comparación alguna. Y de momento nadie desde Festejos o lo que es lo mismo, la Consejería de Educación y Cultura de Carlos Rontomé, ha explicado el por qué se han recortado en un 33 por ciento los puntos de luz y se ha hecho más grande y visible que nunca la distancia entre un alumbrado como el de Navidad y otro como el de Ramadán.

Un fallo en la gestión que si ya resulta difícil de justificar cualquier año, parece aún más complicado hacerlo cuando faltan sólo dos meses para que “más del 50 por ciento de la población”, según el secretario general de los socialistas, Juan Gutiérrez, pueda expresar en forma de voto ese malestar. Cuando los nervios, por lo hipotéticamente apretado que puede ser el resultado, están en niveles no vistos en las últimas 5 citas electorales autonómicas.

MDyC se ha sumado a la misma crítica. Lo ha hecho paseando por un barrio en penumbra, sin ningún tipo de guirnalda decorativa por el mes sagrado musulmán. Pero su líder, Fatima Hamed, sí ha hecho ya un llamamiento claro a “que nos planteemos todos el camino que viene y especialmente que el mes de mayo puede ser decisivo y crucial para cambiar cosas como esta”. No puede pedir el voto, que si no...

La crítica acerada del PSOE va en la misma línea, aunque sin explicitar lo que más o menos todo el mundo ya sabe, que en mayo toca renovar a los 25 diputados de la Asamblea y que de cómo se renueven y el reparto de fuerzas que salga de las urnas dependerá quién tenga que tomar la decisión de cómo desplegar el alumbrado de Ramadán en los años venideros. El de Ramadán, el de Navidad, el de Diwali y el de Janucá.

Hay problemas por resolver en la ciudad para su porvenir que seguramente merezcan mucho más tiempo y más debate por su importancia que el del alumbrado de Ramadán, pero en el tiempo que viene, los partidos y los líderes políticos, saben que nada puede ser más efectivo para mover el voto que tocar las tripas de los votantes. Los símbolos ayudan, y las luces, escasas o "cutres", de Ramadán no dejan de ser precisamente eso, un símbolo que sintetiza ese abandono, esas dos Ceutas, de las que tantas veces se habla en los Plenos. Los problemas menores no lo son si soliviantan el ánimo y generan la indignación suficiente como para que alguien se plantee no ya cambiar su voto, sino simplemente votar en el caso de Ceuta, donde la abstención en la periferia ha venido decantando la balanza hacia un PP que triunfa en los distritos del centro donde votan muchos más de los llamados a las urnas que los que lo hacen en los distritos periféricos.

Todo parece estar tan medido en la estrategia que el propio líder de los socialistas ceutíes y candidato a la presidencia de la Ciudad -como ya se añade en las notas de prensa del partido- Juan Gutiérrez, durante su alocución ante los medios no ha dudado ni un segundo en añadir “españoles” justo antes de “musulmanes”. No vaya a ser que alguien tuviera la tentación de intentar convertir su legítima crítica a la gestión de unas luces en un dardo de irresponsabilidad por abrir una especie de cruzada que pueda volver a golpear a una convivencia que ha vivido 4 años convulsos con cada embestida de VOX; ya se sabe que para los de Verdejo y Redondo la convivencia son poco menos que paparruchas. El mismo celo ha puesto Gutiérrez en pegar como un adosado a la hora de hacer la crítica los términos "Gobierno de Vivas" y "Partido Popular": Hace bien, hay gente que perjura que Vivas es del PSOE. Y algunos no lo hacen por simple ignorancia.

Los españoles musulmanes de Ceuta” lo cierto es que están molestos con el alumbrado y que la falta de luces desplegada por el área de Rontomé les solivianta, les recuerda, “20 años” de abandono por parte del Gobierno del PP -como se han encargado de subrayar tanto Gutiérrez como Hamed- no hacia ellos como fieles creyentes de su religión, sino a sus calles y a sus problemas. Mientras han visto iluminarse el centro en Navidad o la Gran Vía con faroles y dragones de lujo, las calles de algunos sitios siguen en penumbra. Así lo evidencia el vídeo remitido por el MDyC en el que Hamed anuncia su ausencia del alumbrado con un desliz verbal en senda opuesta al mimo de Gutiérrez: “Preferimos estar en nuestras barriadas con nuestra gente que estar dándole a un botón con el señor Vivas”, ha verbalizado Hamed, la misma que hace más de una década firmaba aquello de 'Nosotros y vosotros’ parece haber descubierto que hay barrios de unos y de otros, lugares en los que uno o una puede sentirse más y menos confortable.

La crítica la han respaldado ambas formaciones borrándose de la tradicional foto de la armonía, en la que todos esos políticos, que están ya pidiendo el voto, juntaban sus manos a requerimiento de los fotógrafos para iluminar la decoración del Ramadán. Que nadie se confunda, esto no va de guerra cultural, va de gestión pura y dura, va de elecciones, va de votos, y es preludio de lo que viene. Pero tampoco hay que confundir la realidad: las luces son las que son, “una imagen vale más que mil palabras”, ha dicho Gutiérrez. Y si la imagen se puede ver es porque hay luz, si la crítica existe es porque no la hay.

En otros tiempos no tan lejanos las críticas por el alumbrado ornamental venían por lo mucho que costaba y lo mucho bien que se podía hacer por resolver los problemas de muchas familias ceutíes que pasan mucha necesidad con ese dinero público.

¡Hipocresía!, gritaban los que han perturbado la paz de la noche del alumbrado de Ramadán. Ya es campaña, aunque no lo diga El Corte Inglés.

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