“Ya hemos tenido lo que quería el señor Verdejo…”, lamentaba el presidente de la Ciudad y de la Asamblea, Juan Vivas después de la enésima trifulca a cuenta de los insultos del portavoz  de Vox, Carlos Verdejo. Y todo empezó por una centralita. Verdejo aprovechó propuesta de crear una línea telefónica de información al ciudadano para poner en marcha su carrusel habitual de apelativos ofensivos, llamando “promarroquí” a Mohamed Mustaffa en su primera sesión plenaria como diputado de Ceuta Ya, o para seguir deslizando insinuaciones sobre vínculos con el narcotráfico del secretario general del PSOE, Juan Gutiérrez.

Un circo, tristemente cotidiano en esta legislatura, que ya anunciaba sutilmente en la víspera el portavoz de Vox en su cuenta de Twitter: “Hoy no os durmáis muy tarde, mañana a las 9:30 tenemos pleno en la Asamblea de Ceuta. Nunca se sabe qué puede deparar un espacio con mafiosos, delincuentes y yihadistas”. Un mensaje que no solo vieron sus muchos adeptos en Twitter, también lo vio Vivas: “Este señor dijo ayer que quería calentar el pleno y ha cumplido su promesa”.

La excusa era pedir una centralita para que puedan hacer gestiones o solicitar información aquellas personas sin conexión aInternet o sin competencias digitales, pero apenas llegó a debatirse y lo poco que se debatió quedó enfangado por la retahíla de acusaciones falsas e insultos que vino después, aprovechando “un inciso” que usó para argumentar las repetidas ausencias de Vox a las sesiones plenarias: “No venimos a Plenos que se convocan 48 horas ates por WhatsApp para que un diputado promarroquí (en alusión ala toma de posesión de Mustaffa como diputado de Ceuta Ya) presente k¡mociones fuera de plazo; y menos todavía vamos a venir a un pleno a legitimar la Ley de Violencia y contentar a las feministas, hagan lo que quieran pero con nosotros no cuenten para esos chanchullos”, resumía Verdejo.

Desde su posición como presidente de la Asamblea, Juan Vivas trató de terciar, recriminando los insultos de Verdejo al resto de diputados y recordando que convocar un pleno con 48 horas de antelación es perfectamente legal y además en este caso “necesario” al tratarse de la toma de posesión de un diputado. “Es legal y democrático, aunque dudo que entienda eso de democrático”, reprochó Vivas, “cuando dicen eso de solo queda Vox, creo que les traiciona el subconsciente, es una apelación al totalitarismo”.

Apenas pudo continuar Vivas su réplica. Los tres diputados varones de Vox se lanzaron a interrumpir al presidente de la Asamblea que apenas pudo articular una frase completa en los siguientes minutos. Vivas trató de reconducir el debate, pidiendo al resto de diputados que no entren al trapo y le dejen a él como presidente de la Asamblea, retando d paso a Vox a que presente una moción de censura, si cree, como dicen, que no están legitimado como presidente de Ceuta. 

Desde la bancada de Vox, Verdejo reprochó a Vivas que le obligue a retirar sus calificativos de “promarroquíes” pero no hiciera lo mismo cuando se llama a los diputados ultras “sinvergüenzas, franquistas, nazis o machistas”.

Desde el PSOE, Juan Gutiérrez lamentó “el Sálvame Deluxe” que acababa de presenciar y aviso a Verdejo que “ante los insultos nuestra contestación van a hacer propuestas que beneficien a los ceutíes. A todo lo demás vamos a contar en contra porque no estamos aquí para blanquear propuestas de la extrema derecha”.

Para Fátima Hamed, portavoz de MDyC, el problema está en el pecado original del PP de pactar con Vox. “No olvidamos que ustedes (los populares) los dejaron sentarse en la mesa de la Asamblea y ahora se le han sido a la chepa y a todos los representantes de los ceutíes”. Pero no se olvidó de Vox: “Me parece una auténtica vergüenza es que ustedes hayan dicho que le da igual ala lucha contra la violencia de género faltando el respeto a las mujeres asesinadas por sus pareja o sus ex parejas, ustedes cuatro se posicionan con maltratadores, me parece un auténtica vergüenza lo que viene a hacer en cada sesión plenaria, aprovechando cualquier propuesta para crispar, lo hicieron con una rotonda y ahora lo hacen con una centralita, todo les vale para apuntar con su dedo acusador, para ponerse como hooligans los cuatro, bueno, los tres, porque la señora Cifuentes parece que ni siente ni padece. (…) Y nos parece una vergüenza que llamen a un compañero promarroquí cuando les duele más esta ciudad que a usted”.

Por su parte, cerrando el debate, el recién estrenado diputado Mohamed Mustafa quiso aprovechar su primera intervención para, desde el atril, “hacer una declaración de principios”: “Voy a intentar realizar una labor constructiva y alejarme del ruido”. Por eso, adelantó, Ceuta Ya, en su nueva singladura tras la salida de Mohamed Alí y el cambio de nombre, abandonando el de ‘Caballas’, “no piensa blanquear el fanatismo de Vox entrando a debatir ninguna de sus propuestas”. el motivo, las propuestas le da igual solo buscan la confrontación, es servirse de la asamblea para dar publicidad a un discurso nocivo que atenta contra cualquier sociedad democrática. (…) Sigan con su bilis y con su circo, Ceuta Ya no les va seguir el juego”. Una intervención que Mustaffa quiso cerrar con un gesto muy futbolero, besando el escudo que recibió al tomar posesiono de su cargo.

Sobre la propuesta, que podría haber tenido recorrido, el consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, lamentó “lo poco trabajada que está” y anunció el esperado voto en contra del Gobierno. “Nos hacen perder el tiempo… Hagan mejor su trabajo, siéntense a trabajar y no a venir a insultar y a hacer una campaña electoral a 15 meses vista”.