Bel recuerda que su familia es "normal y corriente" y niega haber influido a su favor "nunca"

Bel recuerda que su familia es "normal y corriente" y niega haber influido a su favor "nunca"

- La consejera niega de forma contundente que ni ella ni ningún otro miembro del Gobierno de Juan Vivas intercediese ante el INEM para favorecer su contratación en Colaboración Social "por 500 euros y sin cotizar"

- Bel considera "inmoral" que su familiar se haya visto "con nombre, apellidos y DNI" en las portadas de algunos medios "sin que nadie se haya preguntado por sus condiciones personales"


La consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo (desde abril de 2012), Yolanda Bel, ha comparecido este jueves de forma voluntaria ante el Pleno para defenderse con “la verdad, no con mi verdad”, de las acusaciones que hasta de presunto tráfico de influencias le cayeron después de la divulgación de un escrito de la Administración local en el que, firmado en diciembre de 2011, un funcionario “rogaba” al INEM la contratación de su hermana en los programas de Colaboración Social.

Bel ha apelado a la “honestidad” de los portavoces de la oposición para escuchar su argumentario “y posteriormente, si se demuestra que las acusaciones son inciertas, sean responsables para decirlo y que quede constancia en acta”.

La consejera ha explicado que los contratos de Colaboración Social “no constituyen un trabajo en el Ayuntamiento ni fijo ni temporal pese a que aquí se ha querido manipular hasta ese nivel y sus beneficiarios, que no cotizan a la Seguridad Social y cobran entre 400 y 500 euros, deben cumplir diferentes requisitos como estar cobrando subsidio”.

“Algunos no me creerán pero todavía existimos políticos que no usamos nuestros puestos para ayudar a nuestros familiares, aunque sería igualmente injusto e indebido beneficiar a familiares como vetarlos”, ha proclamado la ‘número 2’ del Ejecutivo local, que no ha querido “ir de víctima” ni “dar explicaciones personales” pero sí ha defendido que la igualdad de oportunidades "es no impedir a nadie acceder a una prestación o a un empleo si cumple los requisitos por apellidarse Bel, Carracao o Aróstegui".

“Mi familia es normal y corriente, doce años después no conocen este mundo de la política y están al margen de mi condición eventual de consejera pero sabe, como miles de ceutíes, qué es vivir con una pensión mínima, llegar justo a final de mes, el paro y hasta pedir una bolsa de alimentos”, ha explicado. “No me avergüenzo de ello porque vergüenza sería que usase mi puesto para beneficiarles, algo que no he hecho, y yo sé de donde vengo, no de la pata del Cid, y a dónde voy”, ha hilvanado “orgullosa” de los suyos.

Bel considera "inmoral" y “pasmoso” que su hermana, con nombre, apellidos y DNI, haya sido portada de algunos medios y ha llamado la atención sobre la facilidad con la que se ha vulnerado la normativa de protección de datos e intimidad. “¿Nadie se ha preguntado por qué era perceptora de subsidio? ¿Nadie se ha preguntado por sus condiciones sociolaborales, económicas o familiares?”, ha reprochado.

La consejera ha venido a decir que si se pusiese a ‘enchufar’ allegados, algo que ha repetido cien veces que ni ha hecho ni hará, no se pringaría para un contrato tan precario como el que se adjudicó a su hermana. “Si lo hubiera hecho creo que podría haber sido hablando con el INEM o con el funcionario competente, pues entonces, cuando se proponían nombres para evitar que las muchas renuncias conllevasen pérdidas de subsidios y más trámites [ella misma cambió el sistema y eliminó la remisión de propuestas con nombres y apellidos al “aumentar la necesidad social”], no tenía la responsabilidad de Empleo”, ha continuado.

 

"Ni hablé con el INEM ni con la Consejería de Empleo"

“La primera queda descartada porque en esa fecha la Delegación era socialista y hasta Carracao era uno de los asesores... Él mismo”, se ha dirigido al líder del PSOE, “puede dar fe de que nunca he cogido un teléfono para llamar a nadie para decir ‘meta usted a mi hermana”. Además, ha presentado varios informes por escrito tanto de la Consejería de Empleo como del Servicio Público de Empleo Estatal que “acreditan” que “nadie” del Gobierno local medió por su familiar y que si fue contratada ocurrió porque cumplía con “todos los requisitos”.

“No hubo proposición alguna de personal para cubrir vacantes ni del consejero de Economía ni de ningún otro consejero y todo esto queda desmontado porque además”, ha seguido mostrando papeles, “hay un certificado del INEM en el que se dice que fue enviada y seleccionada para Colaboración Social de acuerdo con los criterios y cumpliendo la normativa”.

Para terminar, la consejera ha condensado en tres puntos su relato: “Uno, yo no era la consejera de Empleo y no conocía la gestión de las contrataciones de Colaboración Social, aunque les he referido el informe técnico que lo acredita; dos, ni directa ni indirectamente he influido, ni yo y ningún miembro de este Gobierno, para la contratación de mi hermana, que parece que es el único caso que les interesa; y tres, el INEM ha validado por escrito la Colaboración Social de mi hermana cumpliendo todos los requisitos exigidos y toda la legalidad”.

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