Pocas horas antes de que la campaña entre en lo que Rajoy definiría algo así como lo que tiene que ser y lo de toda la vida llevando su pensamiento conservador al paroxismo -si es que eso fuera compatible y no contradictorio en sí mismo- con la celebración del debate a dos, el candidato al Congreso por los populares en Ceuta, Juan Bravo, ha insistido en el no menos tradicional llamamiento al voto útil, como si a él le hiciera falta o como si le hablara al votante de Toledo en lugar de al de Ceuta. Aquí el PP no pierde un combate electoral por el Congreso desde 1989, 6 comicios generales ganando de forma consecutiva y en los cuáles su peor resultado, los 14.515 votos del año 2000 cuando quedó segundo el GIL, superaría al mejor del PSOE en 2008, 201 votos más que el PP del 2000, pero 7 puntos porcentuales de apoyo menos.

Aún así, como Bravo es de números y debe saber que las estadísticas están para romperlas, este lunes ha apelado al voto útil para evitar que gobierne un tripartito formado por Ciudadanos, PSOE y Podemos. Para Bravo el día 20 hay “dos opciones, o el proyecto 2020 o volver al 2011”: el país que crece o el que estaba “muy mal, en situación de quiebra, crisis, a punto de intervención (…) Mariano Rajoy y su equipo representa la estabilidad y la experiencia y asegurar que vamos a mantener el trabajo realizado. Hay una serie de reformas que se han hecho y que tienen que terminar de consolidarse y que asegurarán de alguna manera que tengamos la senda del crecimiento que hemos empezado”.

“El elegido es uno, el PP. Es el que hay que votar”, ha manifestado Bravo. Y frente a esa opción “tenemos el tripartito, no como una mera amenaza, tenemos ejemplos de lo que ha significado no votar al PP. Otros partidos significarían derogarlo todo, dar marcha atrás a todo lo hecho por el PP que ha sido mucho y bueno. Otros ofrecen radicalismos, oportunismos y bisoñez”, ha proseguido en esa apelación al voto útil. .

“Sólo el voto al PP asegura la estabilidad y que gobierne la derecha”, ha puesto fin a todo un viaje al centro de décadas de los populares, Juan Bravo. Y como monstruo real ahí están Castilla y La Mancha, donde no gobierna el PP a pesar de ser la formación que más votos obtuvo en mayo o Andalucía en donde Ciudadanos apoyó a la lista más votada, la de la socialista Susana Díaz.

“El PP representa el empleo, la lucha por las personas, la estabilidad, el crecimiento, la lucha por los valores, creemos que ese es el voto útil”, ha cerrado el candidato la apelación.

Programa económico

Y para dar más argumentos que los meramente retóricos del miedo al tripartito y el voto útil, Bravo ha repasado algunas de las medidas estrellas que lleva el PP en su libro electoral.

El PP quiere una “fiscalidad vinculada al crecimiento” como contrapeso a lo que hizo el PSOE de Zapatero entre 2007 y 2008 cuando “incrementó de manera descomunal el gasto público y se perdieron 68.000 millones de euros en recaudación”, lo que elevó el déficit en más del 9,1 por ciento del PIB según ha explicado Bravo. Así las pequeñas y medianas empresas tributaron al 16,7 por ciento frente al 3,8 al que lo hacían las grandes. “La mayor diferencia de tributación se produjo con el PSOE”, ha apostillado Bravo.

Experto en impuestos y lucha contra el fraude, Bravo ha puesto sobre la mesa los más de 34.000 millones aflorados en la última legislatura, más de 15.000 en este 2015.

Bravo ha citado como medidas en la lucha contra el fraude fiscal puestas en marcha por Rajoy la prohibición de pagar en efectivo más de 2.500 euros, lo que según Bravo hace aflorar fraudes. Ni una palabra sobre la polémica amnistía fiscal.

Aunque en materia fiscal, el PP se ha descolgado esta campaña, a la espera del anuncio que pueda hacer Rajoy en el debate a dos, con una nueva promesa de rebajar de impuestos. Después de subirlos al inicio de la legislatura para acabar rebajándolos dos veces, el PP promete ahora dejar el tipo mínimo del IRPF al 17 pro ciento si gana, desde el 24 por ciento en donde lo recogió del PSOE.

Bravo ha repasado que la última rebaja aplicada al IRPF ha puesto en los bolsillos de 12 millones de españoles 9.000 millones de euros para incentivar el consumo.

El candidato popular ha citado también la exención fiscal para los pensionistas que quieran seguir trabajando y para los jóvenes que accedan a su primera empleo durante el primer año.