"Desde Búscome lamentamos la muerte de una mujer que no es únicamente porteadora, lamentamos la muerte de una mujer con nombres y apellidos, con un hijo, con una historia y, sobre todo, con unas circunstancias que le hacía ser víctima de un sistema culpable de que esta situación en la frontera se esté produciendo en pleno siglo XXI", explican desde la asociación.

Búscome no entiende que "estemos centrados en el límite del peso del bulto y ahora en el reparto de unas tarjetas para reducir el número de personas que pueden pasar. Estas medidas lo único que hacen es legalizar la explotación y la esclavitud a cambio de unos beneficios económicos enormes para ambos países, de ahí que nadie quiere afrontar realmente el problema".

"Entendemos que muchas mujeres hacen de porteadoras porque es el único sustento que tienen para que entre algo de dinero a sus casas, pero es como legalizar a los esclavos de otros tiempos. La dignidad y los derechos humanos no se negocian y no se puede considerar un trabajo todo lo que vulnere la integridad del ser humano", señala Búscome.

"En este mundo globalizado debemos de centrar todos nuestros esfuerzos en humanizar. La cooperación al desarrollo es lo que tiene que ocupar la centralidad del asunto y plantear seriamente una Aduana Comercial que ponga freno al contrabando atípico", concluye Búscome